Jonathan Witmar Berreondo, el guatemalteco detenido por asesinar a un hombre en Zaragoza y embutirlo en una maleta, ha dado otra versión de este macabro crimen ocurrido en diciembre del año pasado. Ante el magistrado del Juzgado de Instrucción número 7 de Zaragoza, explicó que el autor de este asesinato fue otra persona. Será juzgado por jurado popular.

Declaró, según pudo saber EL PERIÓDICO, que la víctima estaba ahorcajadas sobre él en la cama cuando de repente empezó a gritar. En ese momento, un compañero de piso, del que no pudo dar muchos datos, abrió la puerta de la habitación en la que estaban ambas personas manteniendo relaciones sexuales y le agredió con un martillo. Hasta 25 golpes recibió la víctima. Añadió que esta herramienta estaba sobre un mueble del pasillo.

Una versión diferente a la realizada inicialmente ante el Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de la Policía de Aragón a cuyos agentes explicó que le «golpeó contra la mesilla». «Cuando me encontraba en mi dormitorio, Mario entró y me forzó a tener relaciones, reviviendo los abusos sexuales que había sufrido por mi tío abuelo durante la infancia», explicó.

Ninguna de las dos versiones corresponderían con el informe realizado por los forenses del Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA). Tras solicitar una ampliación del informe de autopsia el abogado de la familia de la víctima, José Luis Melguizo, los especialistas explican que las graves lesiones se corresponden con un martillo y que esta persona estaba tumbada y, posiblemente dormida, cuando fue atacada.

El procesado, de 26 años, permanece en el centro penitenciario de Zuera en prisión provisional desde su detención la vivienda de la calle Vía Verde en la que residía. Se deshizo de las sábanas, del arma y llegó a pintar las paredes, si bien las pruebas de luminol que realizó la Policía Científica detectaron presencia de sangre a modo de proyecciones.