El Ayuntamiento de Zaragoza no vive su mejor momento y hay anécdotas que, después del susto, sirven para relajar el ambiente. Es lo que sucedió ayer después de que se difundiera la noticia de que una asesora del PSOE, un escolta del alcalde y una tercera persona, que no ostenta ningún cargo en el consistorio, acabaran atrapadas en uno de los cinco ascensores de la casa consistorial. Hay uno en cada esquina, además de otro de uso exclusivo para concejales.

Poco antes de las 14.00 horas, el Ascensor B que se encuentra entre los grupos municipales de Ciudadanos (Cs) y PSOE, en la zona este del edificio, sufrió una avería. Según informaron, el elevador, estando en la planta calle, después de hacer un «ruido fuerte y extraño» y quedarse sin luz, comenzó a descender sin haber dado la orden.

Aunque los tres pasajeros se llevaron un buen susto, la distancia con la planta calle fue mínima y tras forzar la puerta pudieron salir sin ningún tipo de problema. El ascensor tendrá que pasar una revisión hasta nuevo uso.

No es la primera vez que los ascensores se convierten en el escenario de alguna situación atípica.

En una de las tantas reuniones del comité de trabajadores de Avanza Zaragoza con responsables del ayuntamiento, los representantes sindicales se quedaron atrapados en el ascensor. Un hecho que también generó más de una broma en los pasillos.

Esta vez fue en el elevador de acceso al salón de plenos, que normalmente utilizan los invitados y los periodistas, además de los miembros del PP y CHA, ya que se encuentra entre ambas formaciones.