La Guardia Civil arrestó el martes a un vecino de Tauste que presuntamente asestó dos puñaladas a otro vecino de la localidad al atracarle para quitarle el móvil y la cartera. El detenido, J. L. C., de 37 años, pasó anteayer a disposición judicial y fue enviado a prisión, por sus antecedentes penales y por la gravedad que podrían haber tenido las lesiones si el ataque hubiera sido más preciso.

El atraco ocurrió sobre las 13.30 horas, cuando la víctima, según explicó, estaba sentada en las escaleras de la iglesia de Tauste. Se le acercó un hombre, al que reconoció como vecino de la localidad pero del que apenas sabía el nombre de pila, y le pidió el móvil que estaba utilizando y la cartera.

HERIDA DEFENSIVA Según explicaron fuentes de la Guardia Civil, el joven ya le había entregado el teléfono cuando J. L. C. sacó una navaja del bolsillo trasero del pantalón y le asestó una puñalada que al parecer iba al cuello. Pero la víctima tuvo reflejos para pararla y recibió el impacto en el antebrazo, lo que le causó una herida de seis centímetros. Tras la primera embestida, el atracador logró darle otra punzada en el abdomen, de apenas un centímetro.

Según fuentes consultadas, no había constancia de que los implicados tuvieran ninguna enemistad previa a este atraco que pudiera haber motivado los navajazos.

El joven consiguió zafarse de su agresor y llegó en primer lugar al centro de salud de Tauste, donde recibió una primera cura. Pero para descartar lesiones graves, los doctores le derivaron a un hospital de Zaragoza, donde terminó de recibir tratamiento.

Ese mismo día volvió a Tauste y, sobre las 21.00 horas, se acercó al cuartel de la Guardia Civil para interponer la denuncia por el atraco. Con los datos que pudo proporcionar, incluida una descripción física pormenorizada, los agentes del puesto localizaron al presunto agresor apenas tres horas después, y le arrestaron como presunto autor de un delito de robo con resultado de lesiones.

Con estos cargos pasó a disposición judicial, y tras su declaración y los informes fue enviado a prisión.

Mientras, los agentes siguen buscando la navaja que presuntamente empleó en el ataque y el teléfono móvil que obtuvo como botín. Hasta el cierre de esta edición seguían tratando de localizar estas pruebas.