Antonio Asín se convirtió ayer en un político sin cargos públicos. El último que le quedaba, el de alcalde de Mallén, lo perdió por acuerdo de la corporación, dominada por su partido, el PSOE, que ha tenido que acatar el requerimiento que le hizo la Delegación del Gobierno en Aragón para que se cumpla la sentencia que condena al ya exprimer edil a siete años de inhabilitación por un delito de prevaricación administrativa.

Los otros dos cargos que ostentaba Asín, el de consejero de la comarca de Borja y el de diputado de la Diputación de Zaragoza, ya los había perdido con anterioridad, forzado por las circunstancias. Sin embargo, el exalcalde de Mallén manifestó a los suyos el pasado día de San Jorge que espera estar de nuevo en el cargo "en Navidad", una vez se haya pronunciado el Tribunal Supremo, dado que confía plenamente en que este le absuelva cuando vea el recurso planteado por su defensa.

Antonio Asín no estuvo presente ayer en el pleno que, un mes después de haberlo ratificado irregularmente en el cargo, lo destituyó por imperativo legal. Para ello, fue preciso anular el punto del orden del día de la reunión anterior en que se consideró que Asín podía seguir de alcalde. Pero, curiosamente, el PSOE (siete concejales) se abstuvo y solo fue posible aprobar este punto crucial gracias a que el PP (dos ediles presentes, Marta Pardo y Jaime Beltrán) votó a favor.

ABUCHEOS E INSULTOS AL PP A continuación, se votó a favor de la toma en conocimiento de la incompatibilidad de Antonio Asín y ocurrió algo imprevisto. Su sucesora, según la Ley de Bases de Régimen Local, la primera teniente de alcalde, Luisa Fernanda Duarte, manifestó que no aceptaba suceder a Asín y presentó su dimisión "por razones personales y laborales".

De forma que fue el segundo teniente de alcalde, Pedro Luis Lalaguna, quien pasó a suceder a Antonio Asín, si bien advirtió que, en un plazo de unos ocho días, los concejales socialistas acordarán entre ellos quién será el nuevo alcalde "durante lo que queda de legislatura".

El cuarto punto del orden del día, votado favorablemente, tiene una importancia crucial. Se trata de proceder a revisar la legalidad de todos los actos y resoluciones de la corporación y del propio Asín desde que se notificó la sentencia que le inhabilita. En principio se dijo que desde el momento del cese, pero luego la secretaria, a preguntas del PP, aclaró que desde la notificación del fallo judicial.

Asín apareció al final del pleno. Bajó de la primera planta a la sala de plenos entre el entusiasmo desatado de sus seguidores, que lo aclamaron con el mismo ímpetu con el que abuchearon e insultaron a los concejales del PP, que abandonaron el ayuntamiento entre gritos de "¡Fuera de Mallén!" y una fuerte pitada. Los periodistas que cubrían el pleno también fueron increpados y muchos de los seguidores de Asín recordaron, indignados, que en el pleno del pasado mes, que ratificó al alcalde, estuvo vigilado por un fuerte dispositivo de la Guardia Civil.