Una asociación francesa, Fonds d’Intervention Eco-Pastoral (FIEP), busca conciliar en la frontera entre España y Francia dos estilos de vida que parecen opuestos: el de los osos y el de los pastores y ganaderos. La entidad, con sede en Pau, existe desde 1975, pero ha cobrado nueva vida a raíz del impulso recibido estos últimos años por las políticas de reintroducción de plantígrados en la cordillera, en particular en los puertos que separan el Béarn de Aragón.

Tiene mucha implantación en el municipio de Etsaut, en la vertiente norte del Somport, y su ayuntamiento se ha pronunciado inequívocamente a favor de la suelta de las dos osas que llevará a cabo en breve el ministerio galo de Transición Ecológica.

Para el FIEP, no existe contradicción alguna en el objetivo que se ha marcado. Parte del principio de que preservar el hábitat del oso (y del resto de la fauna pirenaica) significa también ayudar al mantenimiento de la economía de los pastos de alta montaña.

PRIMAS A LOS PASTORES

De hecho, uno de los puntos más importantes de su actividad son las primas que concede a los pastores por los problemas que pueda causar la presencia del oso. Además, se implica en helitransporte del material que precisan los ganaderos y promociona el queso producido en la zona, una labor en la que cuenta con el apoyo de World Wildlife Fund (WWF).

El FIEP considera que, contra la opinión predominante, osos y pastores se necesitan mutuamente para que el Pirineo mantenga su población. De hecho, sostienen que los productores de queso trashumantes pueden llegar a desaparecer, al igual que los plantígrados. De ahí que incidan en la importancia de apoyar a ambos conjuntamente. El sector primario y el turismo que favorece la existencia de osos se complementan y no son irreconciliables, según la filosofía de la asociación.

Esta incide, en particular, en las labores de sensibilización y educación de la sociedad, actividades que lleva a cabo mediante la organización de exposiciones, conferencias, proyecciones y animaciones en centros escolares y otros lugares públicos.

Todas estas iniciativas van destinadas muy especialmente a los pastores y ganaderos de ambos lados de la cordillera, entre los que desarrolla una función mediadora que contribuya a acercar posturas entre los que están a favor y en contra del oso.

Además, el FIEP desempeña una importante tarea de seguimiento de los osos que viven en el Pirineo y realiza estudios sobre el impacto de estos plantígrados en la caza, en la ganadería y en la explotación forestal.