La Asociación de Mujeres Amparo Poch se ha puesto a trabajar para lograr saltar las barreras del anteproyecto de la ley del aborto. Para ello, ha iniciado un programa de colaboración entre las entidades y asociaciones feministas con el objeto de crear una red en la que las afectadas se sientan apoyadas y puedan encontrar información.

Según explicó la presidenta de la entidad, Josefina Musalén, la ley prohibirá la publicidad de lugares en los que se practica el aborto. Por ello, la asociación quiere poder asesorar de "tú a tú" a aquellas que busquen información sobre las clínicas que ejercen la interrupción del embarazo, señaló Musalén. Pero no solo respaldarán a aquellas mujeres que "quieran ejercer su derecho", señaló Musalén, sino que las apoyarán legalmente "hasta llegar a la clínica".

SIN FRONTERAS Amparo Poch ya ha iniciado contactos con agrupaciones de Francia y Portugal. Lo que pretenden es extender su red de apoyo a toda España y el resto de países. Quieren huir de "la imagen fría" de los viajes que hace años hacían las mujeres a Londres para poder abortar, explicó la presidenta de la entidad. "Si hay que salir fuera --si finalmente se aprueba la ley-- que sea de la mejor manera", sentenció.

Una de las portavoces de la asociación, Carmen Martínez --que será nombrada como nueva diputada de CHA en las Cortes de Aragón en sustitución de Nieves Ibeas -- calificó de "innecesario" el anteproyecto promovido por el Gobierno central y criticó las declaraciones realizadas por la presidenta autonómica, Luisa Fernanda Rudi, al diario ABC en las que señaló que el aborto no era un derecho de la mujer. "¿De quién es el derecho y quien puede decidir?", preguntó Martínez.

Martínez cuestionó que de las 3.000 intervenciones voluntarias que se produjeron en el 2013, 120.000 en Aragón, todas fueran equivocadas. La concejala de CHA en el Ayuntamiento de Zaragoza, Leticia Crespo, calificó la ley de "hipócrita" y objetó sobre que sean hombres quienes estén autorizando esta ley.