La Asociación Río Aragón ha negado este miércoles que el recrecimiento del embalse de Yesa favorezca la creación de una lámina fija de agua de 3.500 hectáreas y tampoco el desarrollo turístico y económico de la comarca afectada por las obras.

En un comunicado, esta asociación de oposición al proyecto tacha de "falsedades" las afirmaciones hechas por la presidenta de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), María Dolores Pascual, respecto a las posibilidades de desarrollo asociadas a la ejecución de la obra.

Río Aragón argumenta que el tiempo no sólo "ha dejado claro el efecto despoblador de los embalses", sino que ha propiciado en la actualidad la existencia de un pueblo "bunquerizado" tras un muro "infame" de protección, así como "más de mil nuevas hectáreas inundadas y patrimonio mundial, como el Camino de Santiago, destrozado".

Sus responsables lamentan la "huida hacia delante" del organismo de cuenca, con una escalada del coste del proyecto "disparatada", desde los 113 millones iniciales hasta un total de 460 millones gastados hasta la actualidad.

Advierten, además, de que de los "primeros resultados" del informe encargado por el Gobierno de Navarra para valorar el grado de riesgo del proyecto, cuyo contenido completo se prevé para finales del próximo agosto, se desprende que los coeficientes de seguridad iniciales eran "erróneos".

Río Aragón denuncia que "el riesgo no desaparecerá por mucho que la CHE se obstine en ignorarlo, y también existirá para el pueblo de Sigüés, por mucho muro de protección que se construya; está a cota 514 (metros altitud) cuando la cota de coronación de Yesa es a 520".

Critica la asociación las estructuras de gobierno en materia de agua impulsadas por la CHE que, se subraya, "de forma sistemática priman a los usuarios de los embalses aguas abajo e ignoran a los territorios que producen el agua y la almacenan".