Las principales asociaciones de autónomos de la comunidad ven «totalmente insuficientes» las medidas planteadas por el Gobierno central para intentar mitigar los efectos de la crisis del coronavirus. Aseguran que el sector se siente «dolido y abandonado» ante una situación que en muchos casos ha provocado la pérdida total de ingresos. Por todo ello, tanto ATA como UPTA exigen ayudas directas para los profesionales que se han visto más afectados y piden que sea el Ejecutivo central el que las coordine para evitar agravios comparativos entre comunidades. En este sentido, recuerdan que en los últimos días muchos gobiernos regionales (Andalucía, Madrid, Cataluña, Castilla y León, Murcia o País Vasco, entre otras) ya han anunciado ayudas directas para los autónomos más golpeados por los efectos de la pandemia.

Las asociaciones aragonesas entienden que la prioridad debe ser ahora la sanidad, pero piden a la DGA que haga un esfuerzo extra y habilite una línea de ayudas. Fuentes de la Consejería de Economía han asegurado este viernes que se están estudiando «medidas complementarias» a las anunciadas por el Gobierno central. Así, y aunque no concretan si se tratará de subvenciones directas, tampoco lo descartan. «Nos reunimos el pasado lunes con la consejera y no le vimos mucha intención de ir por esa línea, pero esperamos que viendo las decisiones que están tomando otras comunidades se entre en razón», indica la presidenta de ATA Aragón, Mayte Mazuelas. En este mismo sentido se manifiesta el secretario general de UPTA, Álvaro Bajén, que aboga por que el Gobierno central tome las riendas y establezca «las mismas condiciones y los mismos requisitos» en todas las regiones. «Crear agravios comparativos no sería de recibo», apunta.

Por otra parte, UPTA y ATA piden que se flexibilicen las condiciones para poder solicitar la prestación por cese de actividad. Según lo anunciado por el Gobierno, solo podrán acceder los que se han visto obligados a cerrar sus negocios por la crisis o los autónomos que acrediten que sus ingresos han caído un 75%. «Algo tienen que hacer con este último punto porque si no mucha gente no podrá pedirla; nosotros entre otras cosas proponemos bajar ese porcentaje al 50%», señala Bajén. La mayoría de autónomos cobraría por esa ayuda unos 660 euros, aunque si el Gobierno no matiza sus requisitos solo podrán acceder a ella, según ATA, tres de cada diez trabajadores por cuenta propia. «Algo más tienen que hacer porque nos están dejando en la cuneta», lamenta Mazuelas.

Los representantes del colectivo ya avanzan que muchos autónomos «van a caer» tras esta crisis sanitaria. De hecho, en un claro ejercicio de realismo piden que se agilice al máximo la ley de segunda oportunidad, el proceso administrativo que permite a una persona cancelar sus deudas por ley.