Ante el avance incesante de la cuarta ola en Aragón, la dirección de Atades (Asociación Tutelar Aragonesa de Discapacidad Intelectual) decidió el pasado viernes prohibir las visitas de los familiares en tres de sus centros residenciales por prevención y para evitar que el virus entre en sus instalaciones. En concreto, el cese de la presencia de familias es ya efectivo en la Ciudad Residencial Sonsonle, situada en la localidad de Alagón; en el Centro Integra Aragón, que está en el barrio del Actur de Zaragoza; y en la residencia Santo Ángel, en Oliver. «Ahora mismo, en plena vacunación con el covid y a punto de empezar también con las segundas dosis, no nos podemos permitir ningún riesgo y, por responsabilidad, hemos tomado esta decisión», indicaron ayer a este diario fuentes de Atades.

Es decir, las razones son sanitarias por la elevada incidencia que se registra en la comunidad --más concretamente en Zaragoza capital--, pero también debido al periodo de inoculación que se vive en las residencias de la entidad. «Entendemos que es una medida dura, pero ya estaba adoptada en alguno de los centros. Hemos considerado que era lo más conveniente ahora mismo», indicaron.

Por el momento, no hay fecha concreta de cuándo los familiares podrán volver a ver a los residentes. En ninguno de estos tres centros de Atades se registran ahora mismo brotes de covid (sí tuvieron en el pasado) y la medida únicamente responde a la situación epidemiológica. Al mismo tiempo también se han prohibido las salidas al domicilio de diez días.

Desde la dirección de Atades también han pedido a sus trabajadores especial atención al control y cumplimiento de todas las medidas de seguridad. «Mascarilla obligatoria siempre colocada; higiene personal dentro del trabajo y refuerzo de las medidas de contacto con nuestros residentes para evitar que haya casos positivos», señala la dirección del centro Sonsoles en un mensaje enviado a sus empleados. «Sería muy duro volver a una situación de positividad», añaden.

La normativa en Aragón relativa a las visitas a las residencias y los centros de discapacidad rige mediante una orden del Gobierno de Aragón, pero las entidades tienen potestad para extremar más las medidas si así lo consideran. La DGA permite de manera general la entrada de un solo familiar o allegado, por máximo de una hora y debe concertarse con cita previa al centro.

Un familiar: "Hemos cumplido a rajatabla con las medidas y estamos angustiados»

Un familiar: "Hemos cumplido a rajatabla con las medidas y estamos angustiados»La prohibición de las visitas en las residencias de Atades ha sido comprendida por las familias, que entienden la situación epidemiológica, pero algunas de ellas están molestas con la medida. «Hemos cumplido a rajatabla y necesitamos vernos. Se ha dicho que el impacto por parte de las familias es mínimo, que el riesgo está en los trabajadores, pero nosotros cumplimos y ahora estamos angustiados con la situación», decía a este diario un familiar de un residente en el centro de Sonsoles. «Mi hermano lo requiere; yo también lo necesito. Es costoso y duro porque ya estuvimos mucho tiempo así y lo peor es no sabemos cuándo volveremos», añadía.

Su queja la ha presentado ante el Justicia de Aragón, porque alude que la normativa de la DGA permite esas visitas con todas las garantías, medidas y cuidados en la distancia. «La comunicación me la mandaron por whassap e intuyo que mínimo será un mes así. Hablamos de personas que padecen una discapacidad intelectual y para las que esta lejanía de sus familias todavía es más dura», señalaba este familiar. Añadía que, tras hablar con otros allegados de usuarios, también le habían manifestado su malestar con la medida de Atades. «Consideramos que deberían dejarnos ir, aunque sea menos tiempo, pero verlos es importante. Esperamos que la situación pueda revertirse», insistía.