Este podría convertirse en el último invierno con frío en los andenes o vestíbulos de la estación intermodal de Delicias. La terminal zaragozana se ha hecho famosa en toda España por las gélidas temperaturas que se alcanzan mientras se espera la llegada del tren. Pero el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) ha decidido poner fin a esta cuestionable fama al aprobar, el pasado jueves, la adjudicación por 726.000 euros (IVA incluido) a la empresa Cobra Instalaciones y Servicios de las obras de adaptación de la instalación de climatización del macroedificio ubicado entre las avenidas de Navarra y Soria en la capital aragonesa.

Su oferta abarataba en más de un 11% el presupuesto de licitación por el que salió a concurso público a finales del 2017, por 815.953,99 euros, y por fin se ha resuelto para comenzar lo antes posible su ejecución. Las previsiones que maneja el propio gestor ferroviario pasan por iniciar los trabajos a lo largo del mes de marzo o principios de abril, ya que tendrá que esperar a la firma del contrato y a los posibles recursos que se puedan presentar frente a la decisión del consejo de administración. Con todo, la duración de las mismas se mantiene inalterable, cuatro meses, de manera que deberían estar finalizadas «a finales del verano», en el mes de agosto probablemente.

La actuación que plantea este contrato no solo se refiere a la calefacción. De hecho, una de las intervenciones más relevantes que incluye es «la instalación de un nuevo sistema de agua fría» que permitirá la refrigeración del edificio en los meses más calurosos. Se trata, tanto en invierno como en verano «adaptarse a las necesidades del viajero», explicaron desde el gestor ferroviario. Hoy la imagen en los meses de invierno es, con frecuencia, la de pasajeros esperando en el andén ataviados con abrigos, bufandas e incluso gorros. Y el único intento por hacer más confortable su estancia fue la de colocar unos calefactores que no consiguen atajar las gélidas temperaturas que se alcanzan estos meses. O el calor sofocante en el verano.

Por otra parte, el nuevo sistema pretende adaptarse a los diferentes espacios existentes en el complejo ferroviario, y aumentar la confortabilidad también los locales comerciales, oficinas de atención al cliente, salas de espera y despachos del propio Adif, además de los gigantescos vestíbulos y largos pasillos del edificio. La climatización siempre ha sido un problema que ha acompañado a la intermodal de Delicias desde su estreno, en mayo del 2003, por sus grandes dimensiones -unas 18,8 hectáreas de superficie ocupa y una longitud de 400 metros- o la altura que alcanza la cubierta, ya que está a más de 30 metros de las vías. O por su orientación, que hace que las puertas de entrada y salida de los trenes faciliten la circulación del cierzo y este, a su vez, haga que la sensación térmica sea aún menor que la temperatura real.

Mientras, las obras de albañilería y en las instalaciones eléctricas «no impedirán el normal funcionamiento de la estación», aseguraron desde Adif, que confía en que esta inversión sea realmente la definitiva en la estación de referencia en Zaragoza.