En septiembre del 2018, el responsable de Servicios Públicos y Personal del Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC), Alberto Cubero, anunciaba la puesta en marcha de un servicio pionero en España de la atención telefónica que se presta a los ciudadanos con el 010. Se trataba de atender las consultas de las personas sordas, a través de la colaboración de un intérprete de la Agrupación de Personas Sordas de Zaragoza y Aragón (ASZA), que haría de intermediario con el personal municipal. Pues siete meses después de su estreno, el edil ha decidido externalizarlo y sacar a licitación esta atención para que sea una empresa la que lo gestione. Y que los «850 euros mensuales» que dijo que costaría, ahora se traduzca en un contrato para tres años, de 45.300 euros en total (y un coste real estimado de menos de 28.000).

Llama la atención este concurso público impulsado por el área de Cubero tan solo siete meses después de su estreno, el pasado 1 de octubre. Entonces, se anunció a bombo y platillo que Zaragoza iba a llevar a la práctica una iniciativa propuesta por Carlota López, hija de personas sordas y que trasladó su idea a un concurso de Juventud. Y el concejal entonces defendía que este tipo de mejoras, de evidente beneficio para los zaragozanos con discapacidad auditiva, se conseguía por la municipalización del servicio 010, cuyas 14 trabajadoras ya eran de la plantilla municipal como personal laboral indefinido no fijo. Era una de sus «apabullantes» y «evidentes» ventajas de internalizar ese servicio, que reportaba, dijo, 125.000 euros al año con lo que se ahorraba el consistorio.

Ahora, siete meses después, sale a la búsqueda de adjudicatario en el mercado privado. «No es posible la prestación del servicio con medios municipales dado que no se dispone de personal especializado en el lenguaje de signos, ni de la tecnología necesaria para realizar la videollamada con personas con deficiencias auditivas y/o del habla», explica el pliego. Algo que en octubre tampoco había.