La Atención Primaria habrá cubierto, a final de año, el 21% del presupuesto total del Departamento de Sanidad. Según los datos facilitados ayer por la Administración, el sector llegará al 2012 tras haber gastado el 21,15% de la partida global, un dato que, sin embargo, no concuerda con lo que sostienen los sindicatos del sector, que aseguran que, según el ministerio, el porcentaje destinado a la Atención Primaria no pasa del 14,7% de la totalidad de la partida sanitaria. "Ese dato se facilitó en la conferencia de Atención Primaria, en Madrid, el pasado 13 de octubre, así que no nos creemos esa cifra ni locos y, si es así, que lo demuestren", advirtieron desde el sindicato Fasamet.

Incluso, el Ejecutivo autonómico podría plantearse la posibilidad de alcanzar, a lo largo de la legislatura, el 25% ideal expuesto desde el ministerio. Sin embargo, el consejero ya advirtió la pasada semana que será "muy complicado" que la Atención Primaria tenga una dotación presupuestaria añadida de cara al 2012, a pesar de la intención de reforzar el sector, dotando a los médicos de mayor responsabilidad a través de recursos técnicos, eliminando tareas burocráticas y aumentando el tiempo de consulta.

PROPUESTAS SIN CONSENSO Esa fue la principal propuesta realizada ayer por los representantes de la DGA en la primera mesa de Sanidad celebrada en las instalaciones del departamento deparó una lluvia de propuestas tanto de Administración como de los más de veinte colectivos que acudieron a la cita, en la que se abordó el refuerzo de la Atención Primaria. Pero no hubo consenso. Incluso, algunas asociaciones calificaron de "desmoralizadora" una reunión en la que se habló de reforzar el sector, pero no con qué recursos.

Entre las iniciativas planteadas ayer desde la DGA destacó la de implantar el mismo horario para todos los centros urbanos. La idea es unificar --muchos centros ya lo llevan a cabo-- el tiempo de apertura y situarlo desde las 8:00 hasta las 20:00 horas. Además, se generalizaría la jornada deslizante, es decir, cada médico debería hacer una tarde a la semana, un aspecto que, aunque implantado actualmente, no lo está de forma generalizada.

Asimismo, el encuentro, que contó, al comienzo, con la presencia del consejero de Sanidad, Ricardo Oliván, también incluyó la disposición de la Administración a que, a través del aumento de tiempo en la dedicación a pacientes en la consulta y la reducción del trabajo burocrático, se pueda alcanzar una media que oscile entre las 1.500 y las 1.600 cartillas por médico, un número sensiblemente superior al actual.

MEJOR REPARTO La medida persigue reducir la considerable distancia que existe actualmente entre el volumen de pacientes que llega a tener un médico de zonas saturadas de Zaragoza, como Gran Vía o Valdespartera, donde se llegan a superar las 2.000 cartillas, o zonas rurales, en las que, en algunos casos, ni siquiera se alcanzan las 100. Es el caso de Calamocha, Herrera de los Navarros, Muniesa y Abiego. Otros dieciséis facutativos aragoneses tienen entre 100 y 150 cartillas.

La reunión, en la que estuvo ampliamente representada la Administración, contó con la presencia de más de veinte colectivos y asociaciones. Entre ellos, la Asociación de Consumidores y Usuarios, los Colegios Oficiales de Médicos, Farmacéuticos o Veterinarios, los sindicatos de Enfermería, auxiliares de enfermería, Fasamet, CCOO o CGT, así como el Foro Aragonés del Paciente, Aspanoa o la Asociación de Empresas Sanitarias de Aragón en representación del sector privado. UGT tampoco asistió esta vez.

Sanidad estuvo representado, entre otros, por el director de Atención Primaria, junto al que estuvieron representantes de Atención a la Dependencia, dirección general de Familia o del Instituto Aragonés de la Mujer. La Administración se comprometió a estudiar las propuestas y acometer la "planificación más conveniente".