Hoy se cumple un año de la muerte de José Antonio Pérez Pérez, el guardia civil atropellado hace un año mientras se encontraba realizando en Barbastro un control de alcohol y drogas. Su familia todavía no ha podido cerrar las heridas abiertas, ya que todavía están pendientes de que la Audiencia Provincial de Zaragoza resuelva el recurso de la sentencia del Juzgado de Menores. Mientras, el autor, Abraham G. M. -que fue condenado a seis años de internamiento- disfruta provisionalmente de libertad.

El abogado de la acusación, Mariano Tafalla, considera que a este joven, que entonces tenía 17 años, debería ser condenado a 10 años de internamiento. También solicita que sean penados los otros tres muchachos que iban junto a él en el coche que embistió al agente.

Tafalla mantiene que Araceli G. N. debería ser condenada como cooperadora necesaria del trágico siniestro, mientras que señala como encubridores a Antonio G. N. y Susana G. G. Los tres fueron absueltos.

HUÍDA

Los hechos ocurrieron de noche, cuando Abraham G. N., que entonces de 17 años -le faltaban dos meses para ser mayor de edad-emprendió la huida de un control de carretera ubicado a la entrada de Barbastro. Uno de los agentes se aproximó a su vehículo y, cuando tenía parte de su cuerpo dentro del mismo, el joven aceleró y salió a toda velocidad a la N-240, donde colisionó con otro coche. José Antonio Pérez Pérez falleció como consecuencia de las lesiones sufridas al ser arrastrado. Por todo ello, el menor fue hallado culpable de un delito de conducción sin permiso y otro de conducción temeraria, en concurso con un homicidio agravado y varias lesiones.

Hoy está previsto en Barbastro un acto en recuerdo de la víctima. Será en la catedral de esta localidad, donde se rezará por su alma. A continuación, los asistentes se dirigirán al puesto de la Guardia Civil de la ciudad, donde se descubrirá una placa y se realizará una ofrenda floral en recuerdo de Pérez.