La Audiencia Nacional ha pedido verificar si el resto de un cuerpo -una parte de una pierna- enterrado en un cementerio de Turquía corresponde a una víctima del accidente aéreo del Yak-42, ocurrido el 26 de mayo de 2003 y en el que fallecieron 62 militares, con el objeto de solicitar su repatriación a España.

Así lo acordó en una providencia la Sección Primera de lo Penal, que juzgó estos hechos, a instancias de la Abogacía del Estado, en representación del Ministerio de Defensa, y a petición de uno de los padres de los militares fallecidos.

Tras la solicitud de información del familiar, la embajada de España en Turquía indagó y las autoridades turcas comunicaron que apenas dos semanas después del siniestro habían enterrado una pierna de uno de los fallecidos en un cementerio turco. Al saberlo, Defensa instó a la Audiencia Nacional a abrir un proceso de cooperación con el país otomano para recuperar los restos, algo con lo que estuvo de acuerdo la Fiscalía y que la Audiencia Nacional a acordado. «Se trata de averiguar si existen aún en Turquía restos de una de las personas fallecidas en relación con estos hechos, identificarlos y posteriormente trasladarlos a España», indica la providencia.

El tribunal señala que se trata de «hechos nuevos», y ha pedido al Juzgado Central de Instrucción número 3 que lleve a cabo una «instrucción suplementaria». La titular del juzgado, Carmen Lamela, considera sin embargo que no cabe reabrir la investigación porque es cosa juzgada (ya fueron condenados, e indultados o fallecidos, varios militares por la identificación errónea de los cadáveres). Pero sí ha abierto una pieza separada para remitir una comisión rogatoria a Turquía para recabar información y, en su caso, instar la repatriación de restos. Para ello ha pedido ya a la Abogacía del Estado, entre otros datos, información de los fallecidos y que concrete qué autoridad judicial turca instruyó la causa allí.