La Audiencia Provincial de Zaragoza ha admitido el recurso de apelación formulado por los extrabajadores de planta lechera Utebo SL y ha revocado el sobreseimiento y archivo de la querella contra los máximos responsables de Cobega, Damm y la consultora Victory Corporate Turnaround por la compra de la antigua Cacaolat-Sali.

El auto, que es firme y no cabe recurso ante él, ordena al juez de instrucción la apertura del juicio oral, casi cuatro años después de que los extrabajadores de la antigua lechera presentaran una querella contra los máximos responsables de las tres compañías, que se unieron para la compra de la sociedad en 2011 y que no llevaron a cabo el plan industrial comprometido con la Justicia en el centro de trabajo de Utebo, informan fuentes de UGT en una nota de prensa.

Los 56 extrabajadores, que presentaron la querella criminal en diciembre de 2014 y UGT Aragón -que ha elaborado el Informe pericial- sostienen que la propiedad hizo una dejación de su responsabilidad de gestión en la fábrica de Utebo.

Las dos partes han mostrado su satisfacción con la decisión del alto Tribunal y se muestran esperanzados por este nuevo escenario cinco años después del cierre de la fábrica y el inicio de una batalla legal, con avances y retrocesos, contra los responsables de grandes multinacionales, añade el sindicato.

Por tercera vez, la Audiencia Provincial de Zaragoza se pronuncia en auto, revoca la decisión Juzgado nº 8 de instrucción de Zaragoza y ordena la apertura de juicio oral.

El tribunal entiende que "los hechos pueden ser susceptibles de constituir un delito de estafa procesal agravada, un delito societario/administración desleal y un delito contra los derechos de los trabajadores".

UGT recuerda que la estafa procesal es un delito "inusual y de enorme gravedad", ya que supone "el engaño a la Justicia".

El auto también recoge que los responsables de los hechos referidos son los responsables de las citadas tres entidades.

El tribunal considera que de manera "indiciaria" desde la terna empresarial para alcanzar la adjudicación de Cacaolat S.L. ante el Juzgado de lo Mercantil "se aparentó que se reflotaría la planta lechera de Utebo, cuando en realidad la intención era la de cerrarla y mantener la producción de Barcelona".

En su escrito, añade que "que se elaboró una oferta de adjudicación, meridianamente clara, que no se cumplió, porque ya en su momento se sabía que era imposible" y argumenta en "si se conocía la situación en la planta de Utebo, que estaba inactiva, también debió de conocerse de antemano la nula posibilidad de recuperación de la misma, por lo que ese plan de inversiones se sabría previamente que era inviable".

Por todo ello, el alto Tribunal considera que el procedimiento debe avanzar y pasar a la siguiente fase.

La fase de instrucción comenzó el 3 de noviembre de 2015, cuando fueron llamados a declarar los máximos responsables de las multinacionales Cobega y Damm, entre ellos, los actuales presidentes de Coca-Cola Iberian Partners, Sol Daurella y Demetrio Carnicer, respectivamente, ambos copresidentes del Grupo Cacaolat.

Los 56 extrabajadores de planta lechera, que a día de hoy se encuentran en diversas circunstancias profesionales y personales, se unieron tras el segundo expediente de regulación y el cese de actividad de esta compañía, el 5 de noviembre de 2013, ante el convencimiento de que existían indicios de delito en el cierre de la compañía, dos años después de haberla comprado.

Cacaolat S.A (cuya propietaria era Nueva Rumasa), compuesta por los centros de trabajo de Utebo y Barcelona, entró en concurso voluntario de acreedores en marzo de 2011 y se abrió un proceso de venta de la unidad productiva en su conjunto para hacerla viable.

Concurrieron cuatro empresas y fue la alianza de las tres compañías reseñadas la que se adjudicó y compró la unidad productiva conformada por ambas fábricas.

El Juez de lo Mercantil estimó el elevado precio ofertado, frente a los otros potenciales compradores, así como el plan industrial presentado, al tiempo que se exigía su escrupuloso cumplimiento.

La primera actuación fue crear Planta Lechera Utebo SLU, en mayo de 2012, hecho que no estaba contemplado, separándola del proyecto unitario y global que estaba previsto acometer para las dos plantas.

Las marcas históricamente vinculadas a Utebo no se asignaron a esta nueva empresa y no se ejecutaron ni las inversiones productivas ni las políticas comerciales planificadas, recuerda UGT.

La dejación del cumplimiento de las obligaciones asumidas ante sede judicial y la realización de otras actuaciones no previstas en el plan industrial, desembocaron en dos expedientes de regulación de empleo para la planta de Utebo en 2012 y 2013, el primero de los cuales significó la reducción de la plantilla a la mitad y el segundo el cierre y cese definitivo de la actividad.