La crisis económica ha provocado un aumento de la desigualdad laboral entre hombres y mujeres en Aragón, que se ve reflejada en las diferencias porcentuales de la tasa de desempleo, parcialidad o temporalidad, cuando se cumplen diez años del comienzo de la recesión.

Así lo demuestran los datos del Informe de Trabajo y Sociedad en Aragón de 2017 que ha presentado hoy a los medios el sindicado Comisiones Obreras y en el que se analiza la evolución del mercado laboral en la comunidad autónoma desde el año 2008.

Mientras que la tasa de parados en los hombres de Aragón se ha reducido en 1,17 puntos en la última década hasta situarse en al cierre de 2017 en un 8,79 por ciento, la de las mujeres ha aumentado 5,04 puntos hasta alcanzar el 14,41 por ciento.

En términos absolutos, Aragón ha registrado un descenso de 8.400 hombres en las listas de desempleo desde el 2008 hasta 2017, mientras que ha experimentado un aumento de 15.000 mujeres que demandan trabajo.

El informe también refleja una brecha de género en la parcialidad de los contratos, ya que el 94,03 por ciento de los hombres aragoneses ocupados realiza una jornada completa, frente al 73,97 por ciento de las mujeres.

En cuanto a la duración de los contratos, el 22,5 por ciento de los hombres con empleo en Aragón dispone de un acuerdo temporal, una cifra sensiblemente inferior al 25,49 por ciento de las mujeres asalariadas de la comunidad.

Por esa razón, el responsable de empleo de Comisiones Obreras en Aragón, Juan Carlos Cantín, ha reclamado al Gobierno autonómico que ponga en marcha un programa específico para estimular la contratación de las mujeres mediante formación laboral y estímulos para las empresas.

"Hay que incentivar a las empresas que no tengan desigualdad de género y dispongan de capacidad para ofrecer salarios dignos y estabilidad temporal", ha afirmado Cantín.

El responsable de empleo del sindicado ha insistido en la importancia de crear este tipo de programas, de la misma forma que se han desarrollado políticas de incentivos para que las compañías aragonesas contraten a jóvenes.

El informe de Comisiones Obreras también refleja otros datos preocupantes como el número de desempleados de larga duración que asciende a 31.600 personas, lo que representa un 43,53 por ciento de la población parada.

Las personas mayores de 55 años, los jóvenes que se emanciparon antes de que comenzara la crisis económica o las mujeres que tienen que soportar cargas familiares son algunos de los colectivos que más preocupan al sindicato.

El balance anual también alerta sobre el aumento en el número de hogares aragoneses que cuenta con todos sus miembros parados que asciende a 20.300, lo que supone un incremento de un 84,55 por ciento con respecto a los 11.000 del año 2008.

Para Cantín, la única solución política viable para dar respuesta a este problema es la instauración de una renta social básica que de una "garantía" a las familias aragonesas.

Entre sus propuestas, el responsable de empleo de Comisiones Obreras en Aragón también ha señalado la importancia de aumentar el número de inspectores laborales para evitar el fraude en sectores como la Hostelería, la Atención a domicilio, los Servicios o el Comercio.

En cuanto a la evolución de la economía aragonesa por sectores, el informe revela que el único área que ha aumentado su número de población activa es el de la Agricultura, mientras que la Industria o la Construcción han experimentado el mayor descenso.

"Se habla de que estamos en datos precrisis pero no es cierto", ha denunciado Cantín, quien ha recordado la pérdida de poder adquisitivo que han experimentado los trabajadores desde 2008.