Por cuarto año consecutivo, Aragón ve cómo su población envejece y en el 2018 ya hay 142 mayores de 64 años por cada 100 menores de 16 o, dicho de otra forma, alcanza el 142,3% en el índice de envejecimiento, dos puntos más que en el 2017. Estos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) desvelan que la comunidad ha duplicado la tasa si se compara con los datos del año 1985 y colocan al territorio 22 puntos por encima de la media nacional, del 120%, una cifra que, por otro lado supone un máximo histórico para el país, que también ve cómo crece en dos puntos este indicador respecto al año pasado.

De esta manera, la comunidad aragonesa mantiene la tendencia ascendente que comenzó en el 2014 y que ya ha pasado del 136% de ese año al 142% actual. No obstante, su máximo histórico data del año 2002, cuando alcanzó los 157 mayores de 64 años por cada 100 menores de 16. Entonces comenzó un descenso en este índice hasta hace cuatro años, cuando cambió la tendencia. Si se echa una mirada atrás, en los años 80 podía observarse una sociedad en expansión y fue a principios del siglo XXI cuando tiene lugar un importante ascenso de la tasa de envejecimiento. Desde Adecco señalan que, si no se revierte la tendencia actual, en cinco años podrían darse cifras similares a las de comienzos de siglo.

Lidera asturias

Comparados con los datos del resto de comunidades, Aragón se encuentra en la sexta posición, por detrás del País Vasco, que llega al 147,4%, y por delante de Extremadura, con un 137,5%. La población más envejecida es la de Asturias, que alcanza los 214,1 mayores de 65 años por cada 100 menores de 16, seguida de Galicia (195,2%), Castilla y León (193,5%) y Cantabria (149,7%). En el lado opuesto, son Melilla (41,1%), Ceuta (52,9%) y Murcia (84,3%) las provincias con una tasa más baja. Estos tres, más Baleares (97,9%) y Andalucía (98,6%) son los territorios que se encuentran por debajo de los 100 mayores de 65 años por cada 100 menores de 16.

Desde comienzos del milenio, España cuenta con más personas mayores que jóvenes, por lo que se considera un país envejecido. Esta circunstancia responde al aumento de la esperanza de vida y a la disminución de la tasa de natalidad. En ese sentido, se calcula que para el año 2030 los mayores de 65 años supondrán el 30% de la población, frente al 18% actual.

Uno de los efectos de este fenómeno va a tener lugar dentro de muy poco tiempo, cuando empiecen a jubilarse en masa los nacidos en el periodo conocido como baby boom (entre 1958 y 1997).

Sobre esta circunstancia, desde la Fundación Adecco señalan que, en la actualidad, la relación cotizante-pensionista es de 2,2, mientras apuntan como sostenible que haya 2,5 contribuyentes por cada jubilado. Sin embargo, el futuro resulta todavía más complejo si continúa la tendencia actual, puesto que, de ser así, se estima que en el año 2052 habrá poco más de una persona trabajando por cada individuo inactivo. Para la fundación, se trataría de un escenario que pondría en riesgo, sin ningún tipo de duda, la sostenibilidad del sistema actual.