Las altas temperaturas registradas en Aragón durante este verano han provocado un incremento en el número de fallecidos respecto a años anteriores, así como una mayor presión en el servicio de urgencias, más demandado por golpes de calor, síncopes o agotamiento. Mientras que la media semanal de fallecidos por altas temperaturas se sitúa entre los 130 y 140, en julio se llegaron a alcanzar los 192, según los datos facilitados por la Dirección General de Salud Pública. Los médicos aconsejan beber agua con frecuencia, sin necesidad de tener sensación de sed, y no exponerse al sol en las horas centrales del día.

Este verano está haciendo más calor del esperado. El director general de Salud Pública, Francisco Javier Falo, admitió ayer que en las tres provincias se han superado tanto las mínimas como las máximas previstas durante los meses de junio y julio. Especialmente caluroso fue el inicio del verano, con una primera ola de calor a finales de junio que mantuvo los termómetros a más de 40 grados durante varios días. En Zaragoza, por ejemplo, se alcanzaron los 43. Estas altas temperaturas, que ni durante la noche dan un respiro y que se prolongan varios días, tienen consecuencias en la salud, tanto que las olas de calor van acompañadas de un pico en el número de fallecidos, sobre todo en personas mayores y enfermos crónicas, más vulnerables.

ESTUDIO

La primera evaluación del Plan de Vigilancia de los Efectos del Exceso de Temperaturas sobre la Salud en Aragón, elaborado por la Dirección General de Salud Pública del Departamento de Sanidad y que analiza el periodo comprendido entre el 1 de junio al 28 de julio arroja un incremento en la tasa de mortalidad. Zaragoza se ha llevado la peor parte. Los dos últimos meses ha estado por encima de la mortalidad media prevista, según el informe. Si la media de fallecimientos oscila entre los 140 por semana, del 1 al 7 de julio se registró un pico de 192. Por si fuera poco, durante los dos meses analizados, salvo una semana, el número ha estado por encima de la media. En el informe se apunta a que solo se tienen en cuenta las atenciones en los centros públicos y que, no obstante, no se puede afirmar que el incremento de las temperaturas sea la única causa.

Lo cierto es que las atenciones sanitarias se han disparado durante el periodo estival. Según el estudio, la media habitual de atenciones es de 8.000 urgencias semanales y este verano se han alcanzado picos de 9.049 (en la semana del 3 al 9 de junio) y de 8.684 y 8.613 en las dos sucesivas. En los dos meses analizados se ha superado la media en Zaragoza capital, así como en siete de las ocho semanas en Teruel y en cuatro en Huesca. En esta provincia la mayor demanda no se produjo durante los días de más calor.

Mayor incremento se ha registrado en el servicio 061 con más de 3.000 asistencias por semanas, cuando la media de los últimos 5 años se sitúa en 2.700. La directora del servicio médico del 061, Isabel Gallego, explicó que se realizan muchas atenciones por golpes de calor y síncopes producidos por una sobreexposición al sol.

Entre el 1 de junio y el 28 de julio se notificaron 139 asistencias por estas causas, de las que 97 atenciones estaban relacionadas con golpes de calor e insolaciones, 24 por síncopes y 13 por agotamiento por calor sin especificar, además de otras por calambres, edemas o fatigas. El 29 de junio, durante la primera ola de calor del verano, se produjo un récord histórico, con 26 atenciones médicas por calor. Durante el verano pasado se registraron 94 mientras que en el 2017 fueron 109, una cifra muy elevada respecto al 2016, con 77.

Gallego advierte de la importancia de beber agua aunque no se tenga sensación de sed, además de utilizar protección solar «hasta para ir a comprar», llevar ropa ligera y de colores claros, la cabeza cubierta y evitar las comidas copiosas, la ingesta de alcohol además de exponerse al sol durante las horas centrales del día.