El tocomocho no muere con los años. Ni la concienciación, ni las nuevas tecnologías han hecho que los timadores hayan cambiado los modos de esta estafa tan tradicional. En tres años ha aumentado en la capital aragonesa un 60%, llegando a las 38 víctimas en este 2014.

Para el agente de la Brigada de Delincuencia Económica de la Policía, Daniel Pérez, este aumento se debe a que "es un timo fácil, se llevan una cifra importante de dinero y luego no son denunciados". Y es que suelen fijarse en personas mayores con problemas propios de la edad que "no se acuerdan de las caras de los que minutos antes les han quitado el dinero".

Esto lo saben las bandas de estos defraudadores que añaden a su modus operandi la itinerancia. No son vecinos de la ciudad en la que actúan, por lo que "su rastro se volatiliza rápidamente", resalta Pérez, quien pide un cambio legislativo para que sus fechorías sean "más catigadas".

Tocomocho deriva de la expresión "tocó mucho". En esta estafa la víctima es abordada en la calle con la excusa de poseer un décimo premiado, generalmente de la ONCE, y no poder cobrarlo por algún motivo. Le muestran incluso una falsa lista de boletos premiados donde aparece el número que le han enseñado previamente y le ofrecen el décimo supuestamente ganador a cambio de una suma importante de dinero.

AMABLES

Es el momento en el que tantean al anciano, generalmente una mujer. Si accede, se vuelven especialmente amables, según Pérez, ya que le ofrecen que le acompañen a su domicilio o banco. Allí le propone un pacto: meter en un sobre o en una riñonera el dinero del anciano y los boletos supuestamente premiados. Cuando lo consiguen fingen encontrarse mal o tener que hacer una llamada para desaparecer. La víctima llega a creer en un primer momento que se han ido y que ella lleva los cupones, pero acaba descubriendo que está lleno de servilletas o de billetes fotocopiados.

A esto se añade que suelen trasladar en sus coches a los ancianos a barrios lejanos a sus casas para aumentar el desconcierto. En algunos casos, asevera la Policía, han actuado de forma violenta al ser descubiertos, llegando incluso a retener contra su voluntad a los ancianos.

De este modo, en tan solo el 2014 han conseguido estafar nada menos que 180.000 euros a vecinos de Zaragoza. Muchas de sus víctimas se quedan arruinadas para siempre, ya que, según este agente, "se llevan los ahorros de toda una vida. Al igual que les ha pasado con las preferentes a muchos de ellos".

Detener a estas personas es complicado, admite Pérez, a la vez que reconoce que el Cuerpo Nacional de Policía está detrás de muchos de ellos porque "la mayoría son familias enteras dedicadas a este delito". La coordinación entre las jefaturas superiores de todo el territorio nacional es clave para saber qué recorridos utilizan, qué días guardan fiestas y cuáles son sus formas de actuar.

El día a día ha demostrado a los miembros de la Policía Nacional la labor "vigilante" de los trabajadores de las cajas de ahorro y bancos que han detectado como personas mayores pedían una retirada importante de efectivo poco común para ese cliente o en circunstancias extrañas.

En los últimos tiempos han añadido a sus investigaciones el estudio del patrimonio de estas familias. "Hay gente que con 45 años ha cotizado a la Seguridad Social tan solo 20 días y en empresas pantalla, pero acumulan propiedades tasadas en 700.000 euros", resalta Pérez para así poder imputar un delito fiscal.