La crisis económica ha supuesto un factor detonante del consumo de alcohol y drogas en el trabajo, según se puso de manifiesto ayer durante las jornadas a este respecto que organizó el sindicato CCOO en Zaragoza.

Según los datos, uno de cada diez trabajadores son bebedores de riesgo, mientras que el consumo de cannabis ha crecido en los jóvenes y el de los hipnosedantes entre las mujeres de entre 35 y 50 años que han perdido su empleo. CCOO se ha propuesto, junto al Gobierno de Aragón, promover los planes de prevención en empresas y que estas situaciones sean considerados como problemas de salud.