El número de adopciones de perros de razas potencialmente peligrosas se ha incrementado este año en Zaragoza. El Centro Municipal de Protección Animal (Cempa) ha formalizado ya 28, una cifra que supera el total que se registró durante todo el año pasado, cuando fueron 24. La previsión apunta a que la cifra seguirá creciendo en lo que queda de año.

Se trata de una raza que suele generar cierto rechazo entre la gente, ya que se asocia con la agresividad, cuando no todos cumplen con este perfil porque su comportamiento depende de la educación y el trato que reciba. Actualmente hay 103 perros clasificados como potencialmente peligrosos (PPP) en las instalaciones de Peñaflor, una cifra ligeramente superior a la del año pasado, cuando llegó a haber unos 90, el 60% del total.

Aunque parece que se está logrando acabar el estigma que acompaña a estos canes, siguen siendo mayoría en el centro de protección y no parece que se vaya a revertir la situación porque el número de abandonos también se ha incrementado. Hasta el mes de agosto han sido 52 los perros de razas peligrosas que han llegado hasta el Cempa, cuando el año pasado fueron 38. Aún sí, los mestizos siguen siendo las mascotas con mayor tasa de abandono. De las 260 entradas registradas este año, 143 son mezcla, un 55%, mientras que los potencialmente peligrosos representan el 20%, las razas puras el 45% (117) y los perros de caza el 8% (20), según los datos facilitados por la Oficinal de Protección animal. Casi la mitad son de tamaño mediano.

Para acoger a un perro calificado como potencialmente peligrosos hay que tener una licencia específica o un permiso administrativo, un seguro y un certificado de aptitud que tiene que ser otorgado por el consistorio. Además, y atendiendo a la normativa, los perros no pueden ir sueltos y deben ir siempre con bozal cuando están en sitios públicos. El mayor volumen de mascotas abandonadas se produce en verano. Desde junio, el centro municipal ha recibido 109 perros, frente a los 184 del pasado verano. Un 41% menos. En lo que va de año ya son 260 los canes que han llegado al Cempa. En el 2018 fueron 441. La jefa de unidadd e la Oficina de Protección Oficial, Alicia Serrano, explica que «la gente cada vez está más concienciada de que no se puede abandonar a a las mascostas a su suerte» y la mayoría de los que los devuelve lo hace porque «no comprende al perro y no sabe cómo tratarlo».

Mientras el dato de abandonos es positivo, con las adopciones sucede todo lo contrario. Por ahora se han formalizado 122, un total que difícilmente permitirá alcanzar las 358 del año pasado. 18 perros están ahora en casas de acogida.