El presupuesto para el 2019 sigue en el aire y eso, en una situación de prórroga, siempre deja damnificados. Esta frase podría aplicarse tanto para el del Ayuntamiento de Zaragoza como para el de España, dos cuentas públicas que tienen en la capital aragonesa a miles de vecinos pendientes de cómo evolucionan porque cada movimiento hacia adelante o hacia atrás, modifica sus expectativas. Se trata de la reforma de la avenida Cataluña, principal inversión damnificada con la prórroga actual en el consistorio al no poder dedicarle ni un euro más de lo ya consignado en el 2018, y que desearía que Pedro Sánchez siguiera manteniendo en vigor las cifras del año pasado en el Estado porque el millón adicional que solicitó el PAR no solo no se ha gastado aún sino que ya no aparece en el nuevo proyecto de presupuestos presentado por el Gobierno central la semana pasada.

Los vecinos, mientras tanto, admiten la «preocupación» con la que viven esta situación. Todas sus esperanzas se depositan en una promesa, la que les hizo el alcalde Pedro Santisteve y el responsable de Urbanismo, Pablo Muñoz, de «sacar a licitación en febrero» una nueva actuación en la avenida que dé continuidad a la única que hasta ahora se ha realizado, la que remodeló el lado de los números impares entre el 253 y el puente del ferrocarril. Para ejecutar la siguiente se llegó a aprobar una modificación de crédito en el presupuesto del 2018, con el objetivo de sacar a concurso público los trabajos antes de finalizar el año pasado, por lo que ya va «con retraso», explicaron desde la asociación de vecinos de la avenida Cataluña.

Esta intervención hace que vean la situación «con cautela», ya que, si finalmente se adjudican esas obras permitiría ganar un balón de oxígeno hasta que se pudieran aprobar las cuentas para el 2019. Las que ha presentado el Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) o las que sean capaces de aprobar con mayoría, porque para esta inversión los equilibrios políticos no parecen un problema. Consideran que esta reforma ha conseguido la «unanimidad política, todos los partidos apoyan» una remodelación a la que, quizá, su mayor problema no sea solo la consignación presupuestaria.

TERMINARLA EN EL 2020

«Cuando ha habido proyecto no tenían el dinero, y cuando ha habido dinero no tenían el proyecto o las expropiaciones necesarias», comentaron los vecinos. Aunque parece que, según ha podido saber este diario, este ejercicio podría haber significado el impulso definitivo. El borrador de ZeC presentado el pasado mes de diciembre contemplaba 5 millones de euros para poder licitar los trabajos de todos los tramos que faltan por remodelar entre el puente del Gállego y el tercer cinturón. En el 2019, con 500.000 euros poder convocar el concurso público y adjudicar e iniciar los trabajos, y otros 4,5 millones el año siguiente para hacer frente al grueso de las certificaciones de obra. Una ejecución que dejaría este vial urbano completamente terminado en el 2020.

Pero la prórroga presupuestaria actual tiene en esta reforma integral su principal damnificada. Y es que sin más dinero que el que ya se ha gastado en el 2018, ni se puede elevar la cuantía ni legalmente gastar un euro más del que ya está comprometido. Y esta obra ni siquiera está entre las intervenciones para las que se condicionó el crédito a largo plazo de 24,8 millones del año pasado, en el que, por ejemplo, sí había 800.000 euros para la prolongación de Tenor Fleta, que sí se salvaría del parón hasta otoño.