Un auto judicial de la magistrada titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Zaragoza, Concepción Gimeno, la misma que instruye el caso sobre la municipalización del servicio 010 del ayuntamiento de la capital, abre la puerta a que los negocios de ocio y restauración del edificio Aura prosigan con su actividad. A pesar de que la última Comisión de Urbanismo del consistorio de la capital aragonesa aprobó denegarles la licencia de actividad y prohibirles que siguieran ejerciéndola hasta que no subsanaran, en el plazo de un mes, las deficiencias que los técnicos de Disciplina Urbanística habían detectado, la jueza dictó el pasado viernes en cuestión de horas la aplicación de las medidas cautelarísimas que le reclamaban la propiedad, el Centro de Natación Helios, y las empresas que lo explotan como discoteca y como salón para banquetes y eventos. Una resolución que podría prolongarse en el tiempo, o no, pero que rectifica la decisión política.

El auto judicial explica que que «esta resolución tiene un único y exclusivo objeto, consistente en evitar causar a terceros un perjuicio irreparable que pudiera derivarse de la resolución que se impugna». Se refiere la magistrada en su escrito a las «dos bodas y un bautizo» que se celebraban el pasado fin de semana en el complejo del Aura. Por eso decidió, añade, «permitir cautelarmente y de manera excepcional» que siguieran su curso y evitarles el ««evidente» daño que les ocasionaría el «posible cierre» por la decisión adoptada en Urbanismo.

Sin embargo, este auto no es lo que más preocupa al Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC). El responsable de Servicios Públicos y Personal en el ayuntamiento, Alberto Cubero, que fue el encargado de anunciar las cautelarísimas, explicó que el pasado lunes el consistorio también fue citado por la jueza para darle la «oportuna audiencia» (así lo dice el auto del pasado viernes) y «al objeto de resolver definitivamente sobre la cautelar solicitada». Es decir, Helios y los negocios ha pedido a la jueza que se suspenda de forma temporal la decisión municipal y, tras esa comparecencia en sede judicial, falta que la magistrada resuelva al respecto. Por lo que abre la posibilidad de dejar sin efecto la prohibición dictada en la comisión.

Sobre todo porque, como la propia jueza explicaba en su escrito del pasado viernes, las cautelarísimas se dictan aunque «de entrada ha de decirse que no parece que vaya a producirse» el supuesto perjuicio, «ya que como la propia resolución (municipal) recoge, el incumplimiento por parte de la recurrente de la prohibición de ejercer la actividad, antes de dar cumplimiento a lo exigible, podrá implicar el inicio del correspondiente expediente sancionador, que podría finalizar resolviendo el cierre del local». Así que, por si acaso, se aprueba.

Un temor, el de ZeC, que motivó que Cubero arremetiera contra la magistrada, por entender que con el Aura actuó con una celeridad que no está teniendo con el servicio 010 y que está impidiendo pagarle los salarios a las 14 trabajadoras que lo prestan. «Dos bodas y un bautizo son más importantes que el retraso de las nóminas de 14 trabajadoras que cobran 900 euros de mierda», dijo literalmente el edil, quien lamentó que «todas y cada una de las decisiones acaben siendo paralizadas en los tribunales».