La industria aragonesa del automóvil, columna vertebral de la economía regional, está haciendo los deberes para posicionarse en el mercado del coche del futuro. Las empresas integradas en el Clúster de Automoción de Aragón (Caar), que aglutina en torno al 50% del sector, han presentado siete proyectos de innovación en los campos de la industria digital y las tecnologías del hidrógeno a la convocatoria del 2018 del programa de apoyo a las agrupaciones empresariales innovadoras (AEI) del Ministerio de Industria. Las iniciativas pueden suponer dos millones de inversión total y recibir hasta 500.000 euros en subvenciones. Aunque no logren el apoyo público esperado, se llevarán adelante por su «calidad».

Así lo destacó ayer el director gerente del Caar, David Romeral, en la presentación en rueda de prensa de la segunda edición de la Noche del Clúster de Automoción, que se celebrará el próximo jueves. En concreto, cinco de los proyectos pertenecen al ámbito de la industria 4.0 y son promovidas por Itainnova, Aitiip y las compañías Linde Wiemann, Copo Zaragoza, UMEC, Thermolympic, Entrerrios Automatización, Tinkervan, Asail y GMR. Uno de ellos estudiará la aplicación de vehículos no tripulados (robots AGV) en la logística interna de las fábricas y otro el uso de la visión artificial en el control de calidad. Las tecnologías del hidrógeno y las pilas de combustible centran otros dos proyectos, que pilota la Fundación del Hidrógeno de Aragón con el objetivo de buscar oportunidades de negocio para los socios del Caar.

UN BUEN AÑO

Las empresas del clúster están ultimando además sus propuesta para la nueva línea de ayudas a la innovación impulsada por el Gobierno de Aragón para fomentar el salto del sector al vehículo eléctrico, cuya producción en la comunidad será una realidad a finales del 2020 en la planta de Opel de Figueruelas, que hará una versión del Corsa con este sistema de propulsión.

Por otra parte, el Caar mantiene sus buenas perspectivas para este año, en el que las compañías que forman la asociación esperar superar los 2.500 millones de euros de facturación, un 8% más que en el 2017, y generar unos 1.500 empleos, un 10% más sobre los 10.575 con que contaban al cierre del pasado año. «Las previsiones se están cumpliendo», aseguró Romeral, algo a lo que está contribuyendo el aumento de la capacidad productiva en la turno de noche de la planta automovilística de Opel. La parte negativa viene del grupo Volkswagen, el segundo gran cliente del sector del automóvil de Aragón, que se ve afectado por el parón productivo de la planta de Landaben (Navarra) por un problema en el suministro de motores.