El cazador hallado sin vida el domingo por la tarde en el embalse de San Salvador, cerca de Binaced, murió ahogado, posiblemente, mientras trataba de auxiliar a sus perros. Así lo revela la autopsia practicada en el Instituto Anatómico Forense de Zaragoza.

El cuerpo del hombre, de 65 años, fue avistado flotando en el agua horas después de que se hubiera denunciado su desaparición. Al parecer, el hombre trató de rescatar a sus perros, que habían acabado en la balsa de riego. Se trata de la hipótesis que más fuerza tiene, aunque la Guardia Civil sigue investigando las causas.

Fue su mujer la que sobre las 17.00 horas advirtió de que le había sucedido algo a su marido pues no había vuelto a casa a la hora de comer. Al no presentarse a la hora prevista, los vecinos de Binaced decidieron iniciar una batida y fue cuando encontraron el vehículo del cazador en la partida rural de Ripoll, a unos 8 kilómetros de la población.

Posteriormente, y tras haber avisado a la Guardia Civil, la Benemérita encontró a los perros muertos en el pantano, dentro del agua, además de una escopeta y un chaleco de caza en la orilla que pertenecía al desaparecido.

Al poco, y en la misma zona, se avistó el cuerpo del hombre sin vida flotando en el pantano.