Raquel, la joven zaragozana asesinada por su pareja sentimental el pasado 25 de junio en el barrio de Delicias, vivía «agobiada» por el control que ejercía sobre ella el hombre con el que llevaba 17 años de relación y con el que tenía una niña de 10 años. Se desprende de las declaraciones realizadas por varias amigas ante la titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Zaragoza.

Una de ellas reconoce ante ante la magistrada que quedaba con la víctima a la salida del trabajo, pero que no podía hacerlo los fines de semana, ni de fiesta «porque él no la dejaba, ya que luego se enfadaba». De hecho, esta mujer afirmó que Raquel trató de separarse en dos ocasiones «pero que no lo hizo porque le quiso dar una oportunidad».

Otra de sus amigas reveló a la instructora que se separó dos años atrás y que unas semanas antes de que David Pellicer Criado la matara le contó por primera vez que se había separado y que había rehecho su vida. «No se lo había contado nunca antes porque sino David no le habría dejado relacionarse conmigo ni salir por ahí», afirmó, a la vez que apuntó que el autor confeso de este crimen machista «le dijo a Raquel de quedar las dos parejas, aunque no llegaron a hacerlo».

Actualmente, el Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Aragón analiza los teléfonos móviles tanto de la víctima como del detenido para recabar todos los datos posibles en la relación de la pareja, así como con terceras personas.