Sami Hamidi, de 21 años, fue asesinado en noviembre del 2018 después de salir de fiesta, junto a su novia y unos amigos, en la calle Princesa de la capital aragonesa. El supuesto autor de este asesinato, F. M. G. S., menor de edad, afronta 8 años de internamiento en régimen cerrado.

Una pena que solicita el abogado de la familia de la víctima, Carlos Vela, quien añade como partícipes de este crimen a otros dos jóvenes de 15 y 16 años, A. H. B. y J. J. R. Considera, además, que no solo son autores de un delito de asesinato, sino también de tenencia ilícita de armas y de pertenencia a grupo criminal por ser miembros o simpatizantes de los Dominican Don’t Play (DDP). La Fiscalía de Menores, por su parte, solos les considera autores de asesinato por no considerar probada la pertenencia a dicha banda.

No obstante, las penas de internamiento, que no prisión, también son elevadas. Pide que se le condene al principal acusado, defendido por la letrada Carmen Sánchez Herrero, con 7 años y medio de internamiento y cinco años de libertad con asistencia educativa. Para A. H. B. y J. J. R. solicita, respectivamente, el internamiento en régimen cerrado por un periodo de 6 años y 4 años y medio.

La acusación relata que la víctima, Sami Hamidi, acudió en torno a las 4.00 horas a las inmediaciones del establecimiento Trópico, situado en la calle Dato, junto a su pareja y unos amigos.

Frente al citado establecimiento se encontraba un grupo indeterminado, pero numeroso de jóvenes pertenecientes, todos ellos, a los DDP. En este grupo se encontraban los menores y un adulto, D. J. L. C., a quien se le investiga en el Juzgado de Instrucción número 7 de Zaragoza.

En un momento dado, según las acusaciones, los tres menores junto al mayor de edad se acercaron a la víctima. J. J. R. sería, al parecer, quien portaba el machete, arma utilizada de forma habitual por los DDP en sus actividades delictivas, y se lo entregó a F. M. G. S., de 17 años. Los encausados se pusieron frente a Sami Hamidi, le acorralaron y le dejaron aislado de sus amigos y su novia.

En la acera de enfrente, según el abogado de la acusación particular, estaban el resto de miembros de los DDP vigilando que se cumpliera la orden anteriormente dada.

D. J. L. C. fue, a juicio de las acusaciones, quien increpó a F. M. G. S. con la expresión: «Mátalo, mátalo»; momento en el que este menor clavó el arma con gran violencia y por la espalda a Sami Hamidi. Le causó una única pero mortal lesión en la femoral que le produjo un shock hemorrágico, falleciendo sobre las 6.00 horas del mismo día como consecuencia de la agresión.

FUGA

Inmediatamente después de clavar el cuchillo a Sami, todos los integrantes de la banda latina, entre los que se encontraban los menores, emprendieron su huida a la carrera en dirección Gran Vía, reuniéndose todos ellos después en el domicilio de F. M. G. S., lugar en el que este se cambió de ropa y abandonó el cuchillo empleado, emprendiendo su huida de forma inmediata para ocultarse. Fue localizado y detenido por el Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Aragón al día siguiente. Trató de refugiarse en Huesca, en casa de su novia.

Afirma la acusación particular que con posterioridad a estos hechos, miembros no identificados de los DDP, con la finalidad de evitar que quienes ya hubiera testificado se ratificasen en sus declaraciones o que otras personas no comparecidas lo hicieran, han amenazado a personas relacionadas con este crimen.