Cristinel Ionel Surca fue condenado a 21 años de cárcel (20 por asesinato y uno más por quebrantar la orden de alejamiento) por matar a su expareja sentimental en un punto de encuentro de Zaragoza. Lo hizo frente a su hijo de 5 años.

Ayer, este joven volvió a sentarse en un banquillo de los acusados. En esta ocasión a petición de su abogado, Javier Elía, quien solicitó al Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) que rebaje la pena a 16 años.

Este abogado argumentó que la aplicación simultánea de las circunstancias agravantes de parentesco y de violencia de género es «incompatible». Igualmente, se opuso a que se tuviera en cuenta la alevosía, pues es intrínseca en el delito de asesinato.

Las acusaciones, ejercidas por la abogada María del Carmen Romeo en nombre del hermano de la víctima y por el Gobierno de Aragón, también recurrieron la sentencia, aunque en su caso para que la pena se aumente a 25 años de privación de libertad.

La Fiscalía se opuso a todos los recursos de apelación y consideró que la sentencia es «plenamente ajustada a Derecho».

Este asesinato machista cuestionó la seguridad de estos espacios del Ejecutivo autonómico. El Justicia de Aragón llegó a reclamar un esfuerzo para evitar futuros casos.