El antecedente similar más cercano ocurrido en Zaragoza tuvo lugar en una madrugada de diciembre del 2008 cuando murió Iñaqui de las Heras. Su agresor, Marcos Jiménez Díaz, fue condenado a cinco años de prisión por un concurso de delitos de lesiones y homicidio por imprudencia grave. El abogado de la familia de la víctima, Enrique Trebolle, reclamó 15 años de prisión porque entendió que era un homicidio doloso, pero el jurado señaló que el procesado no tenía intención de matar. El TSJA apuntó que un puñetazo no es un medio del que deduzca la intención de matar.