El frustrado pase de droga que desembocó en septiembre en un tiroteo en el barrio zaragozano de Delicias pudo acabar en un asesinato. El análisis del arma realizado por la Unidad de Balística de la Policía Nacional ha revelado que el revólver se encasquilló tras el primer disparo contra J. M. A. B., de origen camerunés y de 42 años-

La víctima recibió un balazo de U. I. B. en una de las piernas, por el que tuvo que ser ingresado y operado con urgencia en el hospital Miguel Servet de la capital aragonesa. En la casa en la que se produjo la agresión, en la calle San Antonio Abad, no solo estaba este hombre, sino que también había una niña de dos años, la esposa del herido y una anciana de 81 años.

La jueza del caso trata de averiguar qué pasó aquel 4 de septiembre, debido a que el agredido, defendido por la abogada Olga Oseira Abril, señaló que no fue un tema de drogas, sino que debía dinero a su agresor y que ante la negativa de entregarlo fue disparado, tal y como publicó EL PERIÓDICO.

Este hombre está en prisión provisional, así como el que presuntamente iba a comprar los 900 gramos de cocaína.

El caso cuenta con un tercer implicado, un amigo del camerunés, quien escondió la droga en su trastero para tratar de evitar que se descubriera lo ocurrido.