Carmen Badía, la fragatina que fue condenada por la extorsión y el asesinato de la psicóloga Anna Permanyer en el 2004 en Barcelona, anunció ayer que va a iniciar una huelga de hambre indefinida en la cárcel de Zuera. Con ella pide su excarcelación por enfermedad grave.

La reclusa, de 62 años, ha sido diagnosticada de tres cánceres y se le han realizado varias intervenciones quirúrgicas que han hecho que se encuentre en un estado de salud cada vez más preocupante dada su edad, según señala el Colectivo de Apoyo a Mujeres Presas en Aragón (Campa). Asimismo, Badía informó a esta organización que en el pasado mes de febrero tan solo se le realizó una analítica, tras nueve meses sin ningún tipo de revisión en el hospital, acorde a su situación de salud.Actualmente se encuentra interna en el módulo de Enfermería, un espacio donde no residen mujeres, por lo que esto supone que vive prácticamente en un régimen de aislamiento estando clasificada en segundo grado.

Anna Permanyer desapareció el 27 de septiembre del 2004 cuando acudía a una cita con su inquilina Carmen Badia para enseñarle una plaza de aparcamiento en el edificio Atalaya de la Diagonal y su cadáver fue encontrado diez días después en un paraje del Garraf cerca de Sitges con fuertes golpes en la cabeza, que tenía envuelta en bolsas de plástico. El móvil fue quedarse con un un piso y un aparcamiento de su propiedad falsificando un contrato de arras. Badía ya fue detenida en 1997 por haber contratado a una pareja de sicarios que acribilló a balazos y acuchilló a su segundo marido. No llegó a sentarse en el banquillo por este crimen