La A-68 (la vieja N-232 o autovía de Logroño) y la AP-68 (autopista vascoaragonesa) quedaron ayer, por fin, conectadas, un nuevo enlace que se abrió al tráfico a media tarde y cuyas obras llegan con un año de retraso y un sobrecoste de cinco millones de euros. Son 3,5 nuevos kilómetros de autovía que aliviarán los problemas de uno de los peores puntos negros de la comunidad.

Han sido dos décadas de reivindicaciones que se vieron satisfechas hacia las seis de la tarde cuando, según fuentes de la Guardia Civil, el tráfico rodado comenzó a utilizar la nueva conexión. Comienza en el enlace este de la variante de Casetas, dispone de un cruce con el nuevo acceso a Monzalbarba, cruza la vía del ferrocarril y entronca con la AP-68.

Los 3,5 kilómetros de autovía (se llama Z-32) se iniciaron en abril del 2002 y debían haberse acabado a finales del 2003. Pero ha sido necesaria una modificación del proyecto por problemas de cimentación, para evitar un hundimiento del terraplén, según los técnicos. Por eso el retraso de casi un año y el sobrecoste de cinco millones de euros (se han invertido 20,4 millones).

Este enlace servirá para descongestionar la autovía de Logroño, que soporta 60.000 vehículos diarios y registra numerosos accidentes, muchos mortales. Se espera que al menos la mitad de este tráfico lo absorba la conexión recién abierta.

Al acto inaugural asistieron, entre otros, el secretario de Estado de Infraestructuras del Ministerio de Fomento, el socialista oscense Víctor Morlán, el consejero aragonés de Obras Públicas, Javier Velasco, el subdelegado del Gobierno en Aragón, Juan José Rubio, y el alcalde de Monzalbarba, Joaquín Tiestos.

Morlán explicó que esta actuación demuestra la preocupación de Fomento por aumentar la seguridad en las carreteras, además de por mejorar las infraestructuras. "Espero que descienda el tráfico en la A-68 y que esta conexión sirva para evitar accidentes", manifestó el alto cargo.

El secretario de Estado descartó que el ministerio se plantee negociar una nueva rebaja del peaje de la AP-68 entre Zaragoza y Alagón ahora que está la nueva vía.

Morlán no habló sobre posibles adelantos de financiación por parte de la DGA para agilizar la autovía Somport-Sagunto entre Zaragoza y Teruel y acortar los plazos para su finalización.

Sí se mostró dispuesto, sin embargo a hablar con la comunidad, "como hemos hecho con otras, para coordinar nuestras actuaciones y que no existan disfunciones en nuestra ordenación territorial como administración general del Estado y con lo que plantee la comunidad autónoma", destacó.