La crisis del coronavirus está disparando la solicitud de bajas laborales. Aunque aún no hay cifras oficiales, los médicos de familia de la comunidad ya indican que están recibiendo «un aluvión» de llamadas por este motivo. El perfil mayoritario del demandante es recurrente: un trabajador (hombre o mujer) que pertenece a un grupo de riesgo bien por tener una edad avanzada o haber sufrido enfermedades previas y cuya empresa no ha cesado su actividad. «El número de solicitudes ha crecido de manera exponencial esta semana, ha sido una auténtica avalancha», asegura un médico de familia del centro de salud del barrio de Las Fuentes.

En este mismo sentido se manifiesta la secretaria general del Colegio de Médicos de Zaragoza, Belén Lomba, que apunta que este hecho aún está sobrecargando más sus largas e intensas jornadas laborales. «El número está creciendo mucho; yo en un día puedo estar dando 20 bajas nuevas, la gran mayoría por el coronavirus», indica la médico de familia, que asegura que la situación es igual en todos los centros de salud.

En un principio la baja por coronavirus se consideró enfermedad común, pero el Gobierno cambió de criterio y las incluyó dentro de las incapacidades temporales por accidente de trabajo. A pesar de ello, la baja no la debe expedir la mutua, sino los médicos de familia. Para solicitarla, los trabajadores pueden llamar a su centro de salud o realizar la petición por vía telemática para que posteriormente sea el médico el que le llama para analizar cada caso. La DGA también ha habilitado un número de teléfono (976 696 382) de información.

«Yo cada día de esta semana he realizado casi 50 llamadas a pacientes y bastantes eran casos relacionados con el coronavirus», señala Lomba. El protocolo obliga a expedir la baja a todas las personas que han estado en contacto con un contagiado, mientras que los grupos de riesgo también son susceptibles de poder recibirla en otro tipo de casos.

El poder del miedo

Como es lógico, el miedo se ha instalado entre las plantillas de muchas empresas que siguen trabajando, una cierta psicosis que ha intensificado aún más la saturación de los profesionales sanitarios. «También nos llaman empleados enviados por sus jefes para pedir la baja y así no tener que despedirles», explica el médico de familia del centro de Las Fuentes.

Tal y como indican los sindicatos, donde las consultas por todo este tipo de situaciones se han disparado, la única forma de reducir las bajas es que las empresas cumplan escrupulosamente las medidas de prevención. «Si una empresa no cumple el protocolo es muy probable que muchos de sus trabajadores, sobre todo los de grupos de riesgo, se decanten por pedir la baja ante el miedo de contagiarse», señala el responsable de salud laboral de CCOO Aragón, Luis Clarimón, que apunta que la mayoría de empresas está cumpliendo.

Por el lado de las mutuas, fuentes de Fremap indicaron que están notando un aumento, mientras que Mutua Universal y MAZ declinaron hacer declaraciones.

Los médicos piden que no se acuda al ambulatorio

Para reducir al máximo el trasiego de personas por los ambulatorios se ha acordado que será la Seguridad Social la que notifique por vía telemática a la empresa en cuestión si uno de sus trabajadores está de baja. «Es importante que la gente sepa que no tiene por qué venir a buscar el parte de certificación de la baja», asegura un médico del Salud. No obstante, esta semana en muchos centros de salud de la ciudad aún se acudía a recogerla, aunque al menos se desplazaban familiares. Los empleados que reciben la baja perciben como norma general el 75% de su base reguladora desde el primer día.