Un autobús gris con matricula holandesa y bidones de agua a bordo circulaba ayer por Zaragoza realizando la ruta habitual de la línea 38 y a pocos metros de otro de los habituales de Avanza Zaragoza. Este vehículo era 100% eléctrico, de cero emisiones y cero ruidos, y hasta el próximo domingo estará a prueba para la contrata del autobús urbano.

No es el primero que realiza este test pero intenta lo mismo: dar con «nuevas soluciones de transporte y de desarrollo urbano sostenibles». Estrenarlo el mismo día en que uno de los buses antiguos ardía en el barrio del Actur le da aún más relevancia.

Se trata de un «vehículo ecológico de doce metros de longitud, piso bajo integral y adaptado para personas con movilidad reducida», explicó la empresa. Recorre Zaragoza con 3.250 kilos a bordo pero sin un solo pasajero. Porque lo que se persigue es incorporarle un lastre que suponga la mitad de su capacidad de carga y hacer el recorrido. El de la línea 38 circulará hasta el próximo viernes, el sábado en la 23 y el domingo en la C4.

Siempre detrás de uno de los habituales y haciendo las mismas operaciones, para valorar su rendimiento. Fabricado por la empresa BYD, tiene una autonomía de 187 kilómetros. Por ahora, solo cuatro conductores han sido formados por la firma holandesa, un referente mundial con más de 220.000 empleados, 30 parques industriales y con sede europea en Rotterdam.