El Ayuntamiento de Zaragoza anunció el pasado 20 de mayo que compensaría a las personas que dispongan de un abono de transporte y que no hayan podido disfrutarlo durante los meses que ha durado el confinamiento. Según explicaron entonces, una vez acabase el estado de alarma iniciarían los trámites para alargar el plazo en el que se pueden usar estos bonos. Pero, una semana después, los usuarios todavía no han podido realizar esta gestión. Según el procedimiento marcado, cuentan fuentes del área de Servicios Públicos y Movilidad, el ayuntamiento tenía que elaborar un documento formal para la empresa que estableciera oficialmente el día límite hasta el que se podían validar las compensaciones, es decir, el día que acabó el estado de alarma. Avanza, la empresa que gestiona el autobús público de la ciudad, ya tiene esa confirmación oficial.

Ahora, la contrata del servicio de transporte está adaptando todos los datos de todos los abonos al formato necesario para introducirlo en una aplicación que permita gestionar dicha cantidad de información. Una vez los haya adaptado, serán revisados por el ayuntamiento para comprobar que se están aplicando las fórmulas correctas para las compensaciones. En cuanto se compruebe que todo está correcto, volcarán ya los datos en la aplicación, y se anunciará a los usuarios que pueden entrar en la misma para hacer el cálculo de la compensación de días de uso de abonos, si es que procede.

Desde la empresa confirman que están inmersos en este proceso y que están «haciendo todo lo posible» por acabarlo cuanto antes. Se desconocen los plazos que podría abarcar este proceso.

En otro orden de cosas, los grupos municipales de PP, Cs y Vox rechazaron ayer una moción de Podemos para extender la gratuidad en el transporte público para pensionistas, parados y beneficiarios del Ingreso Mínimo Vital (IMV). Tampoco hubo consenso sobre la petición de los morados de implementar un plan de reducción del tráfico en la capital aragonesa.