Aún faltan cinco años para que la línea del AVE llegue a la frontera francesa y la previsión del coste de la obra no para de crecer de forma vertiginosa. El Gobierno del PP empezó valorando la construcción de los 855 kilómetros de la alta velocidad Madrid-Barcelona-frontera francesa en 6.600 millones de euros en el año 96, una cifra que se ha incrementado en casi un 60% hasta el momento. El porcentaje, traducido a euros, asciende a más de 3.900 millones, un desfase cercano a los 655.000 millones de las antiguas pesetas.

La última previsión oficial, con la socialista Magdalena Alvarez al frente del Ministerio de Fomento, es preocupante porque casi duplica la estimación económica del tramo catalán, en plena construcción y que aún puede aumentar conforme se adjudiquen más tramos. Si se le suma el trazado ya construido, Madrid-Lérida, el precio global de la línea sumará, como mínimo, más de 10.536 millones de euros.

Las modificaciones de proyectos "defectuosos", las obras complementarias y los múltiples problemas geológicos e incidencias registradas hasta el momento en la línea del AVE explican el monumental agujero , según apuntó la auditoría realizada por el Tribunal de Cuentas correspondiente a los años 1996-1991.

En una reciente respuesta parlamentaria al diputado de CiU Jordi Jané, el Gobierno reconoció un "coste previsto" de 5.921 millones de euros para las obras entre Lérida y frontera francesa. En las primeras estimaciones del Gestor de Infraestructuras Ferroviarias (GIF), la sociedad estatal del AVE, sólo se calculaba un gasto de 3.154 millones. La factura se ha disparado casi al 88%.

Incluso se incrementa el recibo pese a haber acabado las obras. Así ha ocurrido con el trazado entre Madrid, Zaragoza y Lérida. Hasta ahora, el GIF mantenía que los primeros 441 kilómetros del AVE en servicio habían supuesto una inversión de 4.502 millones de euros, pero el nuevo Ministerio de Fomento ya le ha sumado otros 113 millones. Y aún puede crecer más con el sobrecoste de la estación de Delicias.

Los portavoces oficiales de Fomento no supieron aclarar a este diario las causas del abultado desfase, que achacaron a la polémica gestión del exministro Cascos. El GIF se mantiene en silencio y no da ninguna referencia acerca de los sobrecostes desde que el anterior ministro decidió obviar cualquier referencia en las notas de prensa y en su página oficial en Internet. Ahora, sólo refleja por escrito lo que cuestan los tramos que están adjudicados o en proyecto, que ascienden a cerca de 2.200 millones de euros.

Si el Gobierno del PP calculaba en 1996 que la línea completa requería una inversión de 6.600 millones de euros, a mediados del 2001 ya elevaba la cantidad en 1.200 millones. En marzo del 2003, el exministro Cascos reconoció un desfase económico de únicamente 354 millones de euros. En mayo del mismo año, un informe interno de Fomento estimaba que la inversión total sería de 2.400 más de los hechos públicos en 1996. Y en un año, la cifra ha vuelto a engordar en más de 1.400 millones.