Las obras de construcción de la rotonda de acceso a la estación de Delicias, iniciadas el pasado 28 de junio, volvieron a provocar ayer fuertes retenciones en el entorno de la avenida de Navarra. El corte de dos de los cuatro carriles de acceso a Zaragoza desde la autovía de Logroño y la vía de la Hispanidad originó largas colas de vehículos a lo largo de todo el día. "Me ha costado 25 minutos ir desde la salida del centro comercial Augusta hasta la calle Rioja", protestó ayer uno de los conductores atrapados en el atasco.

Sin embargo, las quejas de los usuarios no contribuirán a paliar el problema, dado que los trabajos para mejorar los accesos a la estación intermodal podrían prolongarse hasta bien entrado el mes de septiembre. Ni siquiera la presencia, ayer,de varios agentes locales contribuyó a descongestionar el paso de vehículos.

"La circulación en la avenida de Navarra no llegará a cortarse en ningún momento, porque las obras se realizarán en varias fases", indicó un miembro de la Policía Local. "Sin embargo --advirtió--, los problemas de tráfico serán permanentes, aunque es de esperar que la llegada de las vacaciones reduzca considerablemente el paso de vehículos".

El Departamento de Movilidad Urbana del Ayuntamiento de Zaragoza ha aconsejado a los conductores que entren a la ciudad por accesos alternativos, como la Vía de la Hispanidad, la ronda norte, el antiguo ramal de la A-68 (que pasa por detrás de la estación del AVE) e, incluso, por el barrio de La Almozara.

"Lo malo --reconoció ayer un usuario-- es que todas esas vías alternativas obligan a dar un gran rodeo y también están saturadas o con obras".

Durante el día de ayer, las colas de automóviles llegaban desde la intersección con la calle Rioja hasta el final de la autovía de Logroño, pero ocasionaron asimismo retenciones en vía de la Hispanidad, en el centro comercial Augusta y en las bocacalles de Delicias que desembocan en la avenida en obras.

Los trabajos han sido señalizados, pero aun así numerosos conductores se ven atrapados en las colas porque los dos carriles que quedan operativos resultan insuficientes para canalizar el tráfico en las horas punta.