Jueves, 24 de julio. Más de 35° en Zaragoza. Y el hospital Clínico Universitario Lozano Blesa acumula más de 48 horas sin aire acondicionado debido a una avería en una de las tres bombas de extracción de agua que se encuentran ubicadas alrededor de este centro de la capital.

La situación, que se solucionó ayer alrededor de las 19.00 horas, se detectó el martes y, tras una primera valoración por parte de los técnicos de la empresa Remagua, se decidió cambiar la instalación.

La falta de refrigeración, que afectó a todo el edificio (plantas, quirófanos, consultas externas, laboratorios y rayos) provocó el malestar y las quejas de pacientes y familiares, quienes se han visto obligados estos días a solicitar al personal sanitario la apertura de las ventanas de las habitaciones ante el calor "sofocante" que estaban sufriendo. "He mojado toallas y se las he puesto a mi madre por el cuerpo, para refrescarla, porque aquí no se podía estar", apuntó una joven desde la planta de Cirugía.

SIN RESPUESTAS

Pese a la solución de la avería --una grúa y varios operarios trabajaron durante todo el día en la sustitución de la bomba--, las familias de muchos enfermos se mostraron "indignadas" a la salida del edificio. "Ahí dentro no se puede estar. Nadie te da una explicación y hemos pasado los últimos días bajando a comprar botellas de agua fría", aseguró Fina a las puertas del Clínico.

Precisamente la cafetería del centro hospitalario se encontraba todavía ayer a las 18.30 horas de ayer con las ventanas abiertas de par en par. Una situación que cesó una hora después, cuando la activación de la refrigeración comenzó a hacer su efecto.

"Si vienes a ver a un recién nacido lo haces con buen humor, pero los que tenemos aquí a familiares que se están muriendo no podemos soportar esto. El abanico no sirve de nada, es desesperante. Ojalá el aire empiece a funcionar ya al 100% porque esto no se puede consentir, y menos en pleno verano", señaló una mujer.

La sensación de "agobio" de la que hablaron pacientes, familiares y personal fue palpable en todas las plantas, especialmente en Cirugía y Rayos, así como en Urgencias y las plantas del sótano, donde la concentración de calor se percibió más. "He esperado a mi hijo en una sala de espera mientras le hacían unas placas, pero es que me he tenido que salir a la calle porque no podía más", aseguró María.

Fuentes del departamento de Sanidad aseguraron ayer que "desde el Clínico se ha trabajado muy rápidamente para solventar este hecho y todo ha funcionado con normalidad, no se han suspendido intervenciones ni nada", señalaron las mismas.

Por su parte, Marea Blanca, tras recibir las consecuentes quejas de los pacientes, reconocieron el "calor sofocante" que han padecido estos días en el interior del Clínico. "Esperamos que esta avería no sea a causa de los recortes que haya podido tener el servicio de mantenimiento del hospital y valoramos el trabajo que han hecho los operarios del hospital", destacaron.

CONSECUENCIAS

Además, el colectivo alertó que, en caso de haber continuado el problema, la situación hubiera sido muy complicada. "Pacientes, familiares y trabajadores han sufrido unas temperaturas que tanto para la estancia como para realizar su trabajo no son las adecuadas". Entre las consecuencias más inmediatas apuntaron a la suspensión de intervenciones y tratamientos sensibles a altas temperaturas por la falta de aire acondicionado. "En casos así los quirófanos no podrían estar abiertos", incidieron.

Los sistemas de refrigeración del Clínico fueron sustituidos por bombas de extracción de agua para evitar contagios y problemas de legionela.