Un avión de la compañía WizzAir que hacía la ruta entre Lisboa y Bucarest tuvo que aterrizar anoche de emergencia en Zaragoza, al activarse una alerta por equipaje sospechoso que finalmente resultó ser falsa. La aeronave tomó tierra en la capital aragonesa sobre las 21.00 horas y, tras las exhaustivas comprobaciones de la Guardia Civil, pudo volver a despegar, pasadas las 23.30 horas.

El problema fue que los propietarios de dos maletas no embarcaron con ellas, por causas que se desconocen, según fuentes de la Delegación del Gobierno en Aragón.

Esto, por alguna razón, no fue detectado antes de despegar de la capital portuguesa, a las 18.55 horas, sino que fue descubierto cuando el aparato ya estaba en vuelo. Y el protocolo de seguridad aérea manda en estos casos, con maletas sin dueño a bordo, que se aterrice en el aeropuerto más cercano hasta descartar cualquier riesgo de amenaza.

Así, el avión aterrizó en la capital aragonesa a las 21.00 horas y fue llevado a una pista asegurada. Allí se desalojó a los alrededor de 160 pasajeros, que fueron sometidos a una revisión por parte de los agentes, y esperaron en la sala de embarque.

Mientras, el personal del aeropuerto extraía el equipaje de la bodega y este era sometido a revisión, hasta descartar que tanto las maletas sin propietario embarcado como el resto de la carga no suponía amenaza alguna.

El despliegue de la Guardia Civil impresionó a alguno de los testigos, que lo describían como «de película americana», Ya con la amenaza descartada, seis todoterrenos del instituto armado aún permanecían estacionados en las afueras del aeródromo.

Con la alerta desactivada, los pasajeros pudieron volver a embarcar y partieron para Bucarest, sobre las 23.30 horas. El vuelo W6 3198 tenía la llegada prevista a las 1.15 horas a la capital de Rumanía, pero tras el incidente, al cierre de esta edición, la llegada estaba prevista a las 4.00 horas.

El incidente se quedó pues en un susto, pero habrá que ver si tiene consecuencias para los propietarios de las maletas facturadas que no embarcaron. Con la alerta terrorista actual, en otras ocasiones de abandono de equipajes en lugares públicos han motivado la investigación (imputación) de sus dueños por desórdenes públicos, como sucedió el pasado mes de junio en un centro comercial de la localidad canaria de Vecindario. Está por ver si se trató de un descuido o una emergencia que les exculpe.