Los gobiernos central y autonómico han aportado un total de 3,8 millones de euros para la reparación de los daños en las infraestructuras de regadío, propiedad de las comunidades de regantes, provocados por las tormentas del mes de septiembre en la provincia de Zaragoza.

La cifra de 3,8 millones se alcanzó ayer, con el visto bueno del Consejo de Gobierno a un nuevo crédito de 1.236.000 euros, que se suma al que la DGA aprobó ya el pasado 13 de septiembre, por valor de 295.000. De esta forma, las infraestructuras de regadío, de la comunidad de regantes, contarán con una aportación total del Gobierno de Aragón de 1.531.000 euros, que a su vez se sumará a otro complemento de 2.300.000 euros que correrá a cargo del Gobierno central.

Así lo manifestó ayer el consejero de Economía, Eduardo Bandrés, quien compareció ante la Comisión de Economía de las Cortes de Aragón para informar sobre las medidas económicas dispuestas por el Gobierno autonómico para paliar los efectos de las tormentas de septiembre en las comarcas de las Cinco Villas, Campo de Borja y Ribera Alta del Ebro.

Bandrés explicó que, aparte de las actuaciones de emergencia, que se ejecutaron por el Departamento de Agricultura y la empresa pública Sociedad de Infraestructuras Rurales Aragonesas (SIRASA), se han ido habilitando créditos y órdenes del Gobierno de Aragón para afrontar la reparación de los daños que han afectado a las infraestructuras generales de las comunidades de regantes y a las explotaciones privadas.

El consejero cifró ayer en unos 3 millones de euros los daños en infraestructuras privadas así como los costes de traslado de ganados cuando se produjeron las tormentas, que se cubrirán en un 50%, según la orden que ya ha sido tramitada por el Departamento de Agricultura y Alimentación.

Durante el plazo abierto en el mes de octubre, se presentaron un total de 1.300 solicitudes para optar a estas ayudas para la recuperación de infraestructuras privadas, precisó Bandrés, quien indicó que en estos momentos se están realizando las inspecciones para determinar el valor final de los daños.