La alcaldesa de Teruel, Emma Buj, y la concejal de Economía y Hacienda, Rocío Féliz de Vargas, se comprometieron ayer a eliminar la plusvalía municipal mortis causa. En una reunión con representantes de la asociación Stop Sucesiones y Plusvalía de Aragón, Buj aseguró que el consistorio turolense es «uno de los ayuntamientos de Aragón, si no el que más bonificado tiene en este momento ese impuesto», según informó el consistorio a través de su página oficial.

La alcaldesa indicó que en la ciudad está bonificado el 90% de ese impuesto municipal en el caso de los terrenos, el 80% en la vivienda habitual y el 60% en el caso de los comercios. «Nuestro compromiso que hoy (por ayer) también adquirimos con esta asociación, pero que anteriormente ya teníamos con todos los ciudadanos, es continuar en la línea de eliminación de la plusvalía municipal en caso de mortis causa», precisó la alcaldesa de Teruel. Esta se produce cuando una persona fallece y sus herederos deben recibir el testamento. La sucesión puede depender de la voluntad de la persona fallecida a través de un testamento y, en caso de no haber dejado testamento, habrá que estar a lo señalado por la ley.

Con esta acción Teruel quiere seguir con el incremento de esas bonificaciones a lo largo de la legislatura «para conseguir su total eliminación», explicó Emma Buj.

Por su parte, el presidente de Aragón Stop Sucesiones y Plusvalía, Francisco Langa, acogió con entusiasmo la noticia y agradeció el compromiso de la alcaldesa para que, durante la legislatura, se logre «la bonificación total de la plusvalía mortis causa», indicó Langa.

En las transmisiones mortis causa es sujeto pasivo el heredero o legatario, sea persona física o jurídica o entidad a la que se refiere el artículo 35.4 de la Ley General Tributaria y está obligado a practicar autoliquidación con ingreso de su importe.

Por otro lado, el Ayuntamiento de Teruel anunció para este próximo lunes Junta de Gobierno Local donde, entre otras cosas, se abordará la aprobación del proyecto de urbanización de aceras en las calles Alforja, Pirineos, Arrabal y el colegio Ensanche, así como la restauración del tramo de muralla entre el Acueducto de Los Arcos y Torre.