Comienzan los preparativos para la construcción del outlet de Pikolín en la carretera de Logroño. El primer paso se da hoy mismo, en la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza, con la concesión de la licencia de derribo de las naves de la factoría que se convertirán, en el último trimestre del 2018, en el nuevo complejo comercial.

A la tramitación, tras este acto reglado en el consistorio después de recibir el visto bueno definitivo al plan especial en el sector, solo le falta la autorización desde el Gobierno de Aragón a una de las pocas observaciones que ha realizado el área de Urbanismo a la petición: el tratamiento del amianto presente en las cubiertas de las naves a derribar. Cumplido ese paso podrán entrar las máquinas a trabajar el próximo mes de mayo.

Los promotores del futuro outlet ahora redefinirán el cronograma de obras pero están a tiempo de cumplir la previsión de abrir las puertas del centro comercial en el último trimestre del 2018. Si todo avanza al ritmo normal, los trabajos de construcción podrían comenzar antes de finalizar el año. Pero antes Urbanismo deberá conceder el permiso de construcción, todavía no solicitado por Iberebro.

Mientras, la producción industrial de Pikolín ya está trasladada a la planta de la plataforma logística Plaza y solo queda por marcharse de la carretera de Logroño el personal de oficinas, que en principio seguirán trabajando en las edificaciones con forma de celda de colmena próximas a la torre que es emblema de la marca en la factoría, la única construcción que se salvará del derribo. Estas, además, ni siquiera serán demolidas en su totalidad, ya que el proyecto incluye la conservación de su estructura y solo cambiará su cerramiento para acondicionarlas a sus futuros usos como zona de restauración del complejo comercial.

El visto bueno municipal coincide casi con la apertura del plazo para recibir currículums para trabajar en Torre Village. De momento, son más de mil personas las que se han dirigido a la empresa para mostrar su interés en participar en un proceso de selección que se anunció para marzo y que ahora no se descarta retrasarlo hasta abril. Todo es una incógnita al respecto por parte de la firma, que aguardará a que se culmine la planificación definitiva de las obras a ejecutar.

Al mismo tiempo, se ha trasladado a la DGA su interés por abrir un apeadero de Cercanías en la trasera de la factoría.