El plan de obras extraordinarias que, con una inversión de 650.000 euros, el Ayuntamiento de Zaragoza realiza en los colegios públicos durante el verano se desarrolla según los plazos previstos, con el 50% de los trabajos ya ejecutados al comienzo de agosto.

Los responsables de equipamientos del consistorio aseguran que el desarrollo de las intervenciones se está realizando con normalidad y cumpliendo los plazos estipulados, de manera que cuando los escolares vuelvan a las aulas no quedará pendiente ninguna mejora en sus instalaciones, ha informado el Ayuntamiento en un comunicado.

Estos trabajos de verano tienen que ver con diversas actuaciones que incluyen el pintado de patios o aulas, la reposición de pavimentos interiores o el asfaltado de los recreos.

Así como la adecuación de los accesos a las cubiertas, la instalación de líneas de vida, la reparación de persianas, la sustitución de vallas y puertas o el cambio de luminarias.

También se afrontan otros trabajos de mayor envergadura como la sustitución de las calderas de gasoil por otras de mayor eficiencia energética.

Los trabajos, que ejecutan las empresas de mantenimiento, se desarrollan a medida que van llegando las piezas necesarias para realizar las mejoras.

Aunque previamente ha sido necesaria la labor de coordinación con el Gobierno de Aragón para "no entorpecer las actividades que hayan podido programar durante los meses estivales en algún centro, y con los propios colegios, de los que han recogido durante el año las peticiones de mejora que se llevan a cabo en estos meses".

Se intenta que estos trabajos, especialmente los que afectan de manera más directa a las instalaciones, se realicen fuera del periodo lectivo para no comprometer la seguridad de los escolares.

Además del plan extraordinario del verano, el Ayuntamiento de Zaragoza realiza otras trabajos de manera permanente durante el año para garantizar el buen estado de los edificios.

De hecho, el consistorio tiene dos planes de trabajo, uno correctivo, que resuelve los problemas puntuales que pueden generarse durante el curso escolar, y otro preventivo con el que se realizan diversas adecuaciones y mejoras de manera planificada.

De la misma manera, se trabaja en la adecuación eléctrica de las escuelas, que permite una actualización integral cada cinco años.

El Ayuntamiento se encarga, además de asegurar el mantenimiento de los edificios, de su limpieza, del pago de la energía y de la presencia de los conserjes.