El Ayuntamiento de Zaragoza ha pagado ya a la comunidad de propietarios donde se ubican los baños judíos los 78.649,20 euros que corresponden al justiprecio que acordó el Juzgado Provincial de Expropiación Forzosa para que el consistorio se hiciera con los 57 metros cuadrados que le restaban para disponer del recinto donde se ubican los restos.

Este es un paso más en la intención de musealizar este espacio, en un surrealista proceso que todavía cuenta con un escollo que tiene nombre propio: el arquitecto sevillano Rafael Manzano todavía no ha aportado el expediente que debe determinar el valor patrimonial de los baños.

De momento, el ayuntamiento ya es propietario de la totalidad de la superficie donde se ubican estos restos, que datan del siglo XIII. El consistorio ya se había hecho en el 2006 con la propiedad de la planta baja --el antiguo Textiles Marín--, del sótano menos 1 y de toda la planta menos 2, salvo los casi 57 metros cuadrados restantes, que supusieron una fuerte discrepancia con los propietarios, que reclamaban 312.000 euros frente a los 74.904 que ofrecía la ciudad.

Con el pago de los 78.000 euros a la comunidad de propietarios de la finca, situada en el Coso 126-138, se culmina la adquisición de la propiedad, pero queda pendiente de determinar el valor histórico artístico del monumento, algo que debía realizar una comisión de académicos que ya visitó el lugar en el año 2010.

SIN NOTICIAS Desde ese momento nada se ha sabido del académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Rafael Manzano, que no ha presentado su informe. Es decir, según el consistorio, no puede haber ningún avance sin este documento y, en consecuencia, la musealización de los baños judíos todavía tendrá que esperar.