El Ayuntamiento de Zaragoza dio un plazo de 48 horas al dueño del edificio de Juslibol desalojado el pasado martes para que iniciase los trámites para el derribo. Tras no haber obtenido respuesta, el consistorio asumirá estos trabajos de forma subsidiaria, tal y como ya hizo con el apuntalamiento de la estructura, que se llevó a cabo entre el jueves y el viernes de la pasada semana. El dueño no solo se ha negado a responder al requerimiento del ayuntamiento, sino que tampoco contesta ya a las preguntas de los inquilinos que allí residían.

«No tiene vergüenza. Estamos en la calle y nadie nos da ninguna solución», explica uno de los alquilados, que anuncia que recurrirá a la Justicia para asesorarse sobre la responsabilidad del dueño en el mal estado del edificio.

El lunes, por lo menos, los que habitaban en los seis pisos desalojados conocieron por parte del ayuntamiento que van a poder recuperar algunos muebles y electrodomésticos cuando comience el proceso de derribo «de la forma más diligente posible». Esta era una de las principales reivindicaciones por parte de los afectados por el desalojo, ya son objetos de mucho valor económico. Hasta ahora solo habían podido hacerse con pequeños enseres, ropa y papeles.

«Fuimos entrando de uno en uno acompañados de un policía y un bombero, y cogimos lo que pudimos. A mí un vecino me dejó una cochera para dejar ahí todas las bolsas de ropa que saqué», cuenta el mismo vecino. Se refiere a este lunes, cuando los desalojados tuvieron la oportunidad de volver a entrar a sus casas durante un rato para poder recuperar alguna de sus posesiones.

Sobre el proceso de realojamiento, este inquilino lamenta que les han dado tan solo soluciones temporales y poco efectivas. Él denuncia que no tiene trabajo, por lo que le es imposible alquilar otro piso por las trabas que le ponen. «Me piden un año de nóminas y yo no tengo. Me ofrecieron ir al Refugio, pero no puedo estar ahí siempre. Me estoy quedando en casa de un familiar», cuenta. En todo el proceso les está atendiendo una trabajadora social que les está «facilitando mucho las cosas».