El Ayuntamiento de Jaca ha recibido con «alegría» la sentencia de la Sala de los Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional que desestima el recurso planteado por la asociación Jacas sin Perder el Norte en contra del trazado de la variante de la ciudad, que denuncia que la obra causará un daño irreparable a la entrada del valle del río Aragón.

«A corto plazo será una fuente de creación de empleo, y a largo plazo beneficiará a la ciudad porque se eliminará contaminación y se ganará en seguridad cuando absorba el tráfico de vehículos pesados y de mercancías peligrosas», explicó ayer Juan Manuel Ramón, alcalde de la localidad pirenaica.

Sin embargo, los opositores a la variante por el norte de la población, que proponen un recorrido alternativo por el sur e incluso «alejar» la infraestructura, aseguraron ayer que seguirán recurriendo a los tribunales para impedir que se construya la circunvalación en la zona del hospital.

Batalla judicial

«Vamos a recurrir en casación ante el Supremo la sentencia dictada por la Audiencia Nacional y además aún está pendiente de juicio otro recurso distinto que presentamos en diciembre pasado contra la declaración de impacto medioambiental», señaló Margarita Langa, responsable de Jaca sin Perder el Norte. «Nunca gusta perder, pero estamos dispuestos a llegar hasta donde haga falta», subrayó.

Pero el regidor jaqués se mostró confiado en que, pese a la batalla legal emprendida contra la variante, el reciente fallo favorable «anime» el procedimiento administrativo que debe conducir a las «expropiaciones de terrenos, a la licitación de las obras y a la ejecución de los trabajos». En su opinión, si se cumplen los trámites pendientes, la obra «podría estar en marcha a finales de este año o a comienzos del próximo».

Margarita Langa considera que justicia debe examinar con detalle el proyecto de construcción de la circunvalación, que unirá en el futuro las autovías A-23 y A-21 a la altura del municipio de Jaca. «Los planes se remontan al año 2000 y desde entonces ha pasado mucho tiempo y la Unión Europea ha aprobado leyes de protección del medio ambiente que el proyecto no tiene en consideración», argumentó la opositora a la obra. Desde entonces, indicó, ha aumentado de forma notable el número de viviendas y segundas residencias junto al trazado.