El Ayuntamiento de Calatayud paralizó hace unos días el plan que había previsto para retirar las antenas de telefonía móvil que hay en el casco urbano, según confirmaron a Efe fuentes municipales. El motivo, según el equipo municipal de Gobierno del PP, es que parece haber nuevos criterios científicos sobre las emisiones, características y puntos de ubicación de este tipo de antenas.

Hace un par de años, el consistorio elaboró un estudio para la supresión de antenas y su recolocación en un punto del término municipal que no afectara a zonas habitadas. Ese estudio fue realizado a través de la consultora especializada Tradia y estableció que las antenas que hay actualmente en el casco urbano, una decena, deberían retirarse y se concentrarían en un cerro por el que transcurre parte de la muralla islámica de la ciudad, en el paraje del Pilón de San Vicente.

Además, en aquel momento se anunció la elaboración de una ordenanza en la que quedaría regulada esta retirada de antenas y su recolocación, así como las normas que a partir de entonces deberían seguir las operadoras que quisieran implantar equipos de este tipo.

Sin embargo, dos años después, no se ha acometido ese plan y tampoco la ordenanza específica, que se pretendía redactar con el concurso de las propias empresas de telefonía móvil, a fin de alcanzar el máximo consenso posible.

El concejal de Urbanismo, José Antonio Sanmiguel, explicó a Efe que se ha preferido esperar a que se aclare el debate científico que existe actualmente, ya que "parece que el criterio ahora va dirigido no tanto a concentrar antenas de gran potencia en un punto concreto, alejado de zonas habitadas, como disponer en los cascos urbanos de varias antenas de menor potencia".

Sanmiguel indicó que cuando haya un criterio mayoritario de los científicos sobre qué es lo más aconsejable, el ayuntamiento bilbilitano retomará el asunto y acometerá la reordenación de las antenas de telefonía móvil que se entienda más recomendable.