El alcalde de Olba, en el sureste de la provincia de Teruel, pidió ayer a la DGA y a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) que hagan todo lo que está en su mano para acelerar la construcción de un nuevo puente para cruzar el río Mijares, cuya reciente crecida ha dejado aislados dos barrios del municipio.

Las fuertes lluvias caídas en la comarca de Gúdar-Javalambre el pasado Viernes Santo, y que ayer todavía continuaban, provocaron una brusca subida del nivel del agua en el Mijares, de forma que la corriente cubrió el exiguo puente existente. Esta precaria infraestructura comunica con las aldeas de Los Tarrasones y Los Ramones, la segunda de las cuales cuenta con un centenar de residentes en época de vacaciones, como es la situación en la actualidad.

«El nivel del agua no bajará hasta que no deje de llover», dijo ayer Federico Martín, alcalde de Olba, que señaló que ahora la única forma de ir a las dos pedanías es tomando una pista forestal sin asfaltar que únicamente resulta practicable para vehículos todoterreno. «Esto no puede durar más tiempo, necesitamos que se nos dé una solución definitiva, porque el problema se repite año tras año, cada vez que llueve con cierta fuerza», subrayó el regidor.

Esta situación dificulta sobremanera la vida cotidiana de los residentes, que ven cómo se complica la llegada de las furgonetas de los vendedores de pan y otros productos de primera necesidad. Además, no todos ellos poseen familiares con vehículos adecuados para seguir la tortuosa pista llena de baches que comunica Olba con Los Ramones.

Las sierras de Gúdar y Javalambre se han visto muy afectadas por las lluvias torrenciales que han causado problemas a las zonas de Teruel más próximas a la Comunidad Valenciana, lo que ha disparado el caudal de sus ríos. Se trata, por lo general, de cursos de agua de carácter mediterráneo que, gran parte del año, se hallan medio secos o con un caudal mínimo.

Este carácter torrencial pone a prueba las escasas y débiles obras hidráulicas existentes en la zona. En el caso del puente sobre el Mijares, se trata de un mero paso de hormigón, enrasado con las orillas y provisto de numerosas aberturas cilíndricas que canalizan el agua en las épocas de escaso caudal.