El Ayuntamiento de Calatayud y los propietarios de la Azucarera Labradora mantuvieron este lunes una reunión en la que mostraron su interés por recuperar este edificio antiguo. Se trata de un inmueble que fue catalogado como patrimonio cultural aragonés en el año 2006, que data de 1900, y actualmente, dispone de más de 4.300 metros cuadrados con una parcela anexa de 30.000 más. La construcción está conformada por una nave central doble y dos perpendiculares.

El alcalde bilbilitano, José Manuel Aranda, subrayó después de la reunión que «el interés es recuperar este emblemático edificio y dotarlo de una utilidad pública, haciendo posible su rehabilitación y adecuada conservación».

Por el momento, solamente se ha hablado de la existencia de interés, por parte de los dueños, de darle una nueva vida pero, «todavía se tiene que valorar su ejecución y buscar una fórmula de rehabilitación».

Según explicaron desde el consistorio, la propiedad dispone de bastantes metros cuadrados que se pueden juntar para conseguir enfocarlo como un espacio «de formación o educación», pero de momento, todo está en el aire y aún queda mucho trabajo por hacer para conseguir que esas paredes vuelvan a acoger de nuevo algo de vida como antiguamente lo hicieron.

Posibilidades

Además, este local cuenta con una ubicación privilegiada debido a que la fachada está justo enfrente de la estación del AVE de la localidad, con una parcela anexa que ofrece muchas posibilidades.

El consistorio está trabajando en la generación de terreno industrial en este entorno y en la construcción de un parque lineal paralelo a la línea férrea.

Además, desde el área de Urbanismo del Ayuntamiento de Calatayud, se ha propuesto trabajar con la propiedad para que este parque continúe hasta los depósitos de Renfe. Segun explicaron, la cercanía del AVE supone «un escaparate» de cara a todas las personas que diariamente transitan por la estación debido a que llegan a pasar «siete u ocho trenes de alta velocidad» en dirección a Madrid o a Barcelona.

Antiguamente, el edificio comenzó su andadura como Sociedad Azucarera creada en noviembre del 1899 por iniciativa del Casino de Labradores de Calatayud, aunque no fue hasta finales de 1900 cuando entró en funcionamiento su maquinaria parisina para la producción de azúcar a partir de la remolacha azucarera, que cesó cuatro años después, en el 1904.

Posteriormente, el edificio se usó para fabricar vino a granel y, años después, fue abandonada «en torno a 55 o 60 años» hasta la actualidad, cuando se pretende volver a abrir al público, comentó Aranda.