El edificio del Ayuntamiento de Torrellas será derribado y en su lugar se construirá uno nuevo para albergar la casa consistorial. Así lo han decidido todos los representantes municipales de la localidad zaragozana, que cuentan con el masivo apoyo de sus vecinos y también de los responsables de la diputación provincial (DPZ). El objetivo es borrar toda huella de la tragedia que el pasado 14 de septiembre se cobró la vida de cuatro personas, cuando cedió el balcón del ayuntamiento en el acto central de las fiestas, el toro de fuego.

Este diario ha podido confirmar también que el pleno municipal decidió recientemente cambiar desde este mismo año las fechas de los festejos patronales para que nunca más coincidan con el 14 de septiembre, hasta ahora día grande de las Fiestas en honor al Santo Cristo de Torrellas. Según lo acordado, el pueblo celebrará sus fiestas locales una semana antes de lo habitual y el 14 de septiembre quedará siempre fuera del periodo de celebraciones.

INVESTIGACION La investigación sobre las causas del accidente aún no ha concluido. El edificio está precintado desde la trágica noche y la actividad consistorial se desarrolla desde entonces en las antiguas escuelas, que han sido habilitadas provisionalmente. Hace dos semanas un perito volvió a la zona del accidente para recabar nuevos datos y hace apenas dos días, unos técnicos recogieron más muestras de materiales de la estructura para analizarlas.

Entre los habitantes se tiene la sensación de que la investigación avanza demasiado despacio, así como el deseo generalizado de que "la fachada desaparezca cuanto antes". La permanente visión de la escena del derrumbe es para los vecinos motivo de desazón, de ahí que estén decididos a derruir el actual edificio y construir uno nuevo.

Las obras no tienen aún ni presupuesto ni plazos, ya que el caso está en manos de la diputación provincial, donde se analizan las distintas soluciones. La cooperación del presidente provincial, Javier Lambán, con la alcaldesa de Torrellas, Pilar Pérez, es absoluta.